sábado, 4 de mayo de 2013

No se lo pierda: si estuviéramos en el Reino Unido, ya hubiéramos pagado la deuda externa con todas las indemnizaciones que hubieran tenido que pagar los ultraclarinistas medios argentinos y sus "libertarios" foristas.



El País, en la pluma de  Walter Oppenheimer nos cuenta que en el Reino Unido, patria mediática de la bebeceista y ultraclarinista Beatriz Sarlo nos cuenta una historia en la cual grandes cadenas de TV como la BBC y la ITV tuvieron que indemnizar a un ex-asesor de Margaret Thatcher por haberlo difamado, esto es, haber publicado noticias gravísimas sobre él no contrastadas y posteriormente verificadas como falsas.

Digo "inofensivo" porque el título se centra en lo que se exige a tuiteros, pero la realidad es que no habría tuiteros sin grandes medios que se tiran a decir cualquiera.

Como imagino en el título, de aplicarse muuuy laxamente normas similares a las aplicadas en el Reino Unido, no alcanzarían los bancos para guardar la plata de las indeminizaciones, ni juzgados para hacer los juicios., ni cárceles para albergar a tantos. ¡si hasta un político tuvo que indemnizar a otro!

Y ahí está la clave: la justicia de aquí perdió su sentido desde hace décadas. No cuida a nadie, no actúa de oficio -por ejemplo, las declaraciones de Carrió tendrían que haber llevado instantáneamente a denuncias de la propia justicia-. La justicia de este país sólo actúa -a mi juicio- al son de los grandes despachos de abogados... como el de Gil Lavedra, o tantos otros. De los temas que a estos y a las grandes corporaciones les interesen.

Lean por favor atentamente, buscando las analogías con lo que pasa aquí, en medios y justicia.

“Lord Alistair McAlpine, el antiguo tesorero del Partido Conservador británico y asesor de la entonces primera ministra Margaret Thatcher, ha iniciado una campaña para exigir compensaciones de los miles de personas que difundieron por Twitter los rumores –que resultaron ser falsos– de que él era el político conservador retirado que había abusado una docena de veces de un joven en los años setenta. Al ver una fotografía suya, el acusador admitió luego que se había dado cuenta de que no era él el hombre que le violó a él y a otros compañeros suyos en un hospicio del norte de Gales y le pidió encarecidas disculpas.

McAlpine, que vive retirado en Italia desde hace años, llegó días atrás a un acuerdo con LA BBC PARA QUE LE INDEMNIZARA CON 185.000 LIBRAS (230.000 EUROS) POR EL PROGRAMA EN EL QUE SE DIFUNDIERON LAS ACUSACIONES. En el programa no se le nombraba, pero se daban las suficientes pistas para hacer pensar que era él. Internet se llenó de rumores señalándole por su nombre y en un programa de ITV le hicieron llegar al primer ministro una nota con la lista de supuestos violadores en una entrevista en directo. ITV HA ACEPTADO ESTE MARTES COMPENSAR AL LORD CON 125.000 LIBRAS (155.000 EUROS).

Pero eso no es suficiente para el retirado político, que quiere además que los tuiteros que difunden noticias calumniosas aprendan la lección. Según el diario Financial Times, los abogados de McAlpine han localizado 1.000 cuentas de Twitter que difundieron directamente los rumores o difundieron links con enlaces a páginas de Internet en las que se le vinculaba a él con los abusos en el hospicio del norte de Gales. Y han localizado además otras 9.000 cuentas desde las que se rebotaron los tuits originales.

Lord McAlpine quiere que los titulares de esas cuentas que tienen menos de 500 seguidores le paguen una compensación simbólica de cinco libras en forma de donación a una organización benéfica elegida por él, BBC Children in Need. Para los usuarios con más de 500 seguidores se reserva pedirles cantidades menos simbólicas. Sus abogados se basan en LA LEY BRITÁNICA SOBRE EL LIBELO Y ESTIMAN QUE QUIENES NO ACEPTEN SUS CONDICIONES SE ARRIESGAN A PAGAR UNAS COSTAS DE CASI 45.000 EUROS SI BUSCAN EL AMPARO DE LOS TRIBUNALES.

ABOGADOS CONSULTADOS POR EL DIARIO LONDINENSE CREEN QUE INCLUSO EL MERO HECHO DE REBOTAR UN TUIT CON INFORMACIÓN POTENCIALMENTE DIFAMATORIA PUEDE CONSTITUIR EN SÍ MISMO UN DELITO DE DIFAMACIÓN DE ACUERDO CON LA LEGISLACIÓN DE REINO UNIDO.

Es la primera vez que alguien decide denunciar u obtener compensaciones por difamación contra miles de usuarios de Twitter, pero no es la primera vez que alguien recurre a los tribunales por considerarse difamado por un comentario aparecido en Twitter. En marzo de 2011, por ejemplo, UN CONCEJAL DE UN CONDADO DE GALES, CAERPHILLY, FUE CONDENADO A PAGAR UNA INDEMNIZACIÓN DE 3.000 LIBRAS (3.700 EUROS) A UN RIVAL POLÍTICO. COLIN ELSBURY, DEL PARTIDO NACIONALISTA GALÉS PLAID CYMRU, DIFUNDIÓ EL DÍA DE LAS ELECCIONES LOCALES QUE SU PRINCIPAL RIVAL, EL CANDIDATO INDEPENDIENTE EDDIE TALBOT, HABÍA TENIDO QUE SER SACADO DE UN COLEGIO ELECTORAL POR LA POLICÍA EN UNOS COMICIOS ANTERIORES. NO ERA VERDAD y Elsbury admitió que se había tratado de un error.

(…)

El caso de lord McAlpine es completamente distinto porque no se trata de obligar a una persona a retractarse y/o compensarle, sino atacar a los usuarios de Twitter por el daño que pueden provocar a terceros lo que muchos usuarios creen que es mero chismorreo. El problema es que es un chismorreo público, que tiene a veces un impacto tremendo en las personas objeto de los comentarios porque un simple tuit puede tener a veces un efecto multiplicador en la red con el que su autor no contaba.

Curiosamente, McAlpine decidió denunciar a la BBC y a ITV, y no a los periodistas de esos medios que llevaron a cabo la difamación en sí misma. El expolítico conservador parece aceptar así que Twitter no puede ser considerado como un medio informativo sino como una mera plataforma de transmisión de información. De la misma forma que una compañía de teléfonos no es responsable de lo que se dice en una conversación telefónica, Twitter no es responsable de lo que se dice en los tuits. Ese, sin embargo, no es siempre el criterio en Internet. En los casos de piratería de música o cine, la plataforma sí es considerada responsable del pirateo que llevan a cabo los usuarios.

En los medios tradicionales, esa responsabilidad está fuera de discusión. Por ejemplo, la difusión del programa de la BBC en la que se señalaba a lord McAlpine sin nombrarle y sin haber intentado contactar con él para comprobar la veracidad del testimonio acabó provocando la dimisión del director general de la corporación, George Entwistle, y la caída de varios otros responsables. (…)”

Seguro que a muchos de los que tendrían que pagar millones en indemnizaciones o hasta ir a la cárcel, esto les parece bien, "mirá allá qué serios que son, qué formales, qué civilizados". Para una Sarlo por ejemplo. Porque en definitiva, para ellos, acá se trata de otra cosa. Acá para ellos es una guerra, en la cual vale todo. Para ellos, no merecemos estar protegidos por estas reglas, estas leyes, porque somos unos negros de mierda. Porque todavía discuten si somos humanos o no. Una especie de interminable "algo habrán hecho" que nos desprotege, y eso -les-permite todo, decir cualquier cosa, acusar de cosas incomprobables y que al mismo tiempo ellos practican a mansalva... La impunidad, la eterna impunidad.

RH

PD: Ironía absoluta. El País, en esta nota, después de 118 comentarios, el País los cerró. ¡Qué casualidad! En cambio, cuando miles de psicóticos vomitan contra Cristina en las notas de Peregil o Caparrós, El País no pone ningún límite.

Fuente:http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/11/22/actualidad/1353599720_847000.html

4 comentarios:

  1. Cuanto debería pagar Fontevecchia aquí, solo con la difamación superamplificada de la bipolaridad de Cristina.
    Es muy buena esta entrada Rick. Pensar que aquí los "indignados" lloran la falta de libertad.
    En algún lugar, en otra dimensión quisiera que viniera un gobierno de los de ellos, realmente me cagaría de risa; sería un film bizarro del ajuste, la represión, el sometimiento. Nos vendrían a llamar de rodillas. No se si no es una buena idea, salvo el "pequeño detalle", el daño irreparable que le causarían al país en ese período.

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  2. La medida tomada por la justicia británica me parece de lo más justa. Sin entrar en detalles. (El caso de los internautas tiene su miga.) Pero a la hora de elogiarla hay que considerar que la famosa Libel Laws es un arma de doble filo, puesto que presenta algunas características profundamente antidemocráticas. Por ejemplo, cualquiera puede ser llevado ante un juez por decir públicamente «me cago en Dios», o algo semejante. Lo que al fin de cuentas es establecer el delito de opinión en la legislación británica. Afortunadamente, desde hace un tiempo se lleva a cabo en Gran Bretaña una campaña popular a fin de conseguir que el Parlamento rectifique esta ley en cuanto a estos aspectos negativos. Y lo están logrando. Dejo un enlace para quien desee interiorizarse acerca de este asunto. Está en inglés.

    http://www.libelreform.org/

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  3. Gracias Michael. De lo que se trata es de hacer entender que la libartad absoluta de uno implica la pérdida de libertad de los demás. Que deben existir códigos de convivencia, espacios, que deben ser respetados. Y que el único que puede y debe garantizar esos espacios es el estado, en sus vertientes policial y judicial.

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    1. Completamente de acuerdo contigo, Huinca.

      Gracias por el post.

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