Mostrando entradas con la etiqueta Marcelo Moreno. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Marcelo Moreno. Mostrar todas las entradas

miércoles, 17 de agosto de 2011

Les salió mal, pero igual lo confiesan todo


Leemos en Ramble, que leyó a Schueri, que le preguntó a Reutemann

El olfato infalible del gran de tester de la fórmula uno y de la política Carlos Reutemann en una anécdota no autorizada: 23 de diciembre del 2010, el senador Reutemann hablaba con nosotros con motivos de las fiestas que se avecinaban; en un momento de la conversación surge la pregunta ineludible: ¿será candidato a Presidente el año que viene, Senador?; “no; a Cristina no se le puede ganar”, respondió lacónico. ¿Le parece?, insistimos. Y he ahí la profética frase: “con plata en el bolsillo, la gente tolera hasta el 30% de inflación y denuncias de corrupción” .

En esto está todo lo que ya vimos posteriormente: Shoklender y más, el fomento de expectativas inflacionarias que tanto hemos denunciado aquí. Hoy mismo, uno de los maestros de la violencia verbal en Clarín, Marcelo Moreno, escribe en una extremadamente venenosa y por lo mismo amarga(da) nota "la corrupción no tiene escala", así, sin más. Tanto (in)comunicadores como (ex)políticos se están pasando con la descalificación indirecta de los votantes, repitiendo diversas variantes de lo dicho por el casi siempre mudo eterno segundo de la F1, es decir, que como la gente tiene plata en el bolsillo, tolera la corrupción K. Y en este tipo de razonamientos residen las ocurrencias peligrosas, la de que el pueblo está engañado y hay que salvarlo por los medios que sean. El viejo golpismo que nunca termina de desaparecer.

Pero hay algo más, que hace que la confesión sea espectacular: en realidad dice que la gente tolera "denuncias de corrupción", con lo que el hedor a multioperación sale por todos lados.

En Skanska, el Gobierno salió limpito. No, si al final va a terminar resultando que Shoklender no era corrupto sino desprolijo... (me daría mucha risa).

Yo estoy de acuerdo con Moreno en que la corrupción no tiene escala, pero creo que nos referimos a lugares e instancias diferentes. Yo creo que hay tantos casos de corrupción y abuso de poder concretos, cuantificables, obscenamente públicos por parte del gobierno de la CABA que de algún modo lo tapan todo; quizás porque el paradigma neoliberal sea en sí mismo la institucionalización de la corrupción, la apropiación de los Estados por parte de los Macris del mundo.

Y además que un alto cargo de Clarin, como lo es Marcelo Moreno, acuse a otros de corrupción comienza a ser podríamos decir risible.

Bien, en resumidas cuentas: van a seguir con lo de la corrpción, van a seguir provocando toda la inflación que puedan. Ya encontraremos la manera de neutralizarlos. Mientras tanto, a no distraerse.

RH

martes, 23 de noviembre de 2010

Antipatria es mucha palabra para esa gente

Derek cuenta aquí sobre una burda (que también es mucha palabra) manipulación de Clarín intentando crear un conflicto con Brasil por una supuesta intervención de Moreno por productos que entra(rí)an a precio de dumping. Todo esto naturalmente señoras más señores hay que tomarlo con pinzas (que también es mucho esfuerzo para lo que venga de ese lado); pero la lectura de este post me recordó otra cosa que observo desde hace años, que roza el delirio, que va por el lado de la antipatria pero que..

Me imaginé al politólogo sueco de Wainfeld, o a cualquiera que no sea argentino, y que además desconozca la realidad política argentina y se ponga a mirar un noticiero de TN, el (pozo ciego) 13 o algún otro cloacal  (des)informativo. Y me asombré, en ese lugar de extranjero observante,  de la cantidad de veces que se habla de la Argentina -ya no de su gobierno- despectivamente. Se me viene un ejemplo reciente, pero de estos ejemplos hay muchos todo el tiempo:

"No le creen a la Argentina" (10 días antes de lo del Club de Paris) en boca de Bonelli o alguno de sus (cloa)clones.

Uno llega a preguntarse cuánto de involuntario hay en eso. Porque si uno hace memoria, estos mismos fueron los voceros del FMI y de los que llegaron a proponer a principios del 2002 que la Argentina fuera administrada por técnicos extranjeros (Rudi Dornbusch dixit, el diablo lo tenga en su gloria, con gran dispendio de aceites hirvientes).

Titulaba "antipatria es mucha palabra", y lo sostengo. Se conchabaron cuando dieron por hecho que la Argentina iba a ser un país explícitamente administrado por privados, y ahora no saben como expresarse; la Argentina para ellos es una entidad ajena, extraña, a la cual referirse en tercera persona con desprecio.

La expresión que usa Derek,  "Muerte a los salvajes unitarios..." siempre me pareció algo excesiva en su paradoja (muerte a los salvajes...).

Y muerte también es mucha palabra.

Pero el destierro no estaría mal.

RH

miércoles, 14 de julio de 2010

Una vez más, Clarín construye una mala noticia

Usando otra vez el viejo truco de le encuesta internacional -en este caso el Latinobarómetro- Clarín vuelve a crear un titular sensacionalmente negativo a través de la columna de opinión de hoy de Marcelo Moreno:


Empecemos por saber qué es Latinobarómetro a través de su web:

Latinobarómetro es un estudio de opinión pública que aplica anualmente alrededor de 19.000 entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 400 millones de habitantes.

Corporación Latinobarómetro es una ONG sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile, única responsable de la producción y publicación de los datos.

El informe completo del estudio pueden verlo aquí.

De acuerdo al estudio, en lo que respecta a Argentina, en la página 5 pueden verse tres gráficos que representan las respuestas a las preguntas "Vamos en la dirección correcta" en lo que se refiere al entrevistado y a su familia; la misma pregunta respecto a si el país va en dirección correcta, y una tercera sobre si el mundo va en la dirección correcta. Allí podemos ver que el 82% de los entrevistados en Argentina  considera que él mismo y su familia van en dirección correcta, que sólo el 19% considera que su país va en la dirección correcta, y el 20% que el mundo va en dirección correcta.

Vamos a cómo nos lo cuenta Marcelo Moreno: 

Una aplastante mayoría de entrevistados consideraron que a él mismo y a los suyos les irá mucho mejor que a la sociedad a la que pertenecen y al planeta.

Pero la Argentina da la nota . Es la sociedad que se ve a sí misma con un futuro más sombrío.

Campeona del pesimismo, sólo un 19% estima que a la sociedad criolla le irá mejor. Más: opina que el resto del mundo tiene perspectivas más benignas que las de su país.

Quizás, para empezar, donde debería decir 82%, dice aplastante mayoría, que no es un número. A mí, personalmente, me suena que "82%" es mucho más que "aplastante mayoría". Pero bueno. Dejémoslo pasar. En este caso, es sólo mi opinion.

Vayamos al tercer párrafo, y nos encontramos la siguiente mentirita:

Más: opina que el resto del mundo tiene perspectivas más benignas que las de su país.

Y no da una cifra. Claro, cómo va a dar la cifra, si es 19% contra 20%. De acuerdo a la ficha técnica del informe, el margen de error es del 3%, por lo que puede decirse que la visión de los entrevistados sobre el futuro de su país y del mundo son equivalentes.

Contrastemos lo que dice Moreno con lo que dice el informe:

Moreno dice "Es la sociedad que se ve a sí misma con un futuro más sombrío."

Es decir asimila país con sociedad.

Veamos en cambio cómo lo describe el informe del Latinobarómetro (página 6):

Argentina se destaca porque es el país que más cree que ellos, los argentinos, van en la dirección correcta mientras al mismo tiempo un 60% creen que el mundo y su país no lo hacen. En Argentina es posible creer que una cosa es la sociedad y cada cual, y otra es la manera como funciona el país. Al parecer los argentinos creen en esa distancia, que hace posible tal vez, que Argentina se levante de sus crisis por el esfuerzo individual más que colectivo.

Es decir, para los que escriben el informe, por una parte confirman la equivalencia mundo- país  "...creen que el mundo y su país..." que inferimos arribaY  por otra se asimila la percepción individual a la social -...una cosa es la sociedad y cada cual, y otra es la manera como funciona el país-, y no como dice Moreno que "...Es la sociedad que se ve a sí misma con un futuro más sombrío", asimilando sociedad a país.

Para tener "una segunda opinión" veamos como publica El País de España el informe, el 1/7/2010. 

El País es la nave insignia del grupo Prisa, dueño en la Argentina de radio Continental, y sus corresponsales no suelen destacarse por su objetividad en el tratamiento de las noticias de estos barrios, como contamos en nuestras notas sobre un par de ellos, Pedro Cifuentes y Soledad Gallego Díaz.

Así que no sorprende el poco alentador título:


Pero es opinable; viendo el estudio, puede titularse así sin faltar a la verdad. Y hay unas reglas que El País cumple: pone el link a la fuente, y destaca lo dicho en el informe:

"En Argentina", dicen los encuestadores, "es posible creer que una cosa es la sociedad y cada cual, y otra es la manera como funciona el país..."

Ahora vamos a una lectura propia de los resultados.

En primer lugar, vamos a contar lo siguiente: si bien en ambos artículos se habla en casi todo el tiempo en presente, vale la pena informar que, como consta en la ficha técnica del estudio, el trabajo de campo se hizo entre septiembre y octubre del 2009. En Argentina acababa de haber elecciones con la pérdida de la mayoría -que no la derrota, puesto que siguió siendo la fuerza más votada del país- por parte del kirchnerismo. Los medios auguraban que su fin estaba cerca; a lo largo de todo el año "los indicadores metían miedo", "la economía se derrumbaba".

No había ley de medios, no había fútbol para todos, no se habían visibilizado aún el caso Noble, Papel Prensa. No se le había visto la hilacha a la oposición con lo de Redrado y las reservas. No había AUH.

Tanto han cambiado las cosas que el informe dice en la página 9, sobre el (los) bicentenario(s):

Esto indica que la imagen de estos países no está basada en la historia sino en el presente y
sus circunstancias. Esto se corrobora con las preguntas hechas sobre el bicentenario que se
celebra este año en varios países de la región, donde veíamos que este no juega un papel
importante.

Resulta casi ocioso mencionar lo poco afortunado de este último aserto en el caso argentino.

Pero vayamos a las cifras. Si el 82% dice que es optimista sobre su futuro, pero sólo el 20% lo es respecto del futuro del país (y del mundo, a no olvidarlo) ¿cómo se llena el espacio, ese 60% que va de uno a otro número? Planteándolo de otra manera: El entrevistado evalúa su situación y sus perspectivas futuras a través de sus circunstancias personales, de lo que tiene a mano (dónde trabaja, qué es lo que hace en su tiempo libre, cómo le va a su familia, si sus hijos estudian, su auto, sus vacaciones). El 82% es optimista. 

Pero casi el 80% de esos optimistas, son pesimistas respecto del país y el mundo. Evalúan su situación personal a través de lo que saben, y son optimistas. ¿Cómo saben lo que saben para evaluar la situación del país (y el mundo)? ¿A través de qué medios llegan a esa conclusión? En esta última pregunta está, señores, la respuesta.

Porque veamos en realidad qué es lo que quiere decir cada uno con su relato:

El País:

La encuesta, en definitiva, confirma el divorcio entre el mensaje de los gobernantes y la confianza del ciudadano corriente en Argentina, la tercera economía de la región.

Por un lado, nada en el informe confirma nada por el estilo. El periodista de El País supone eso; podemos responder, a la vista de las cifras, que los argentinos sienten que la suerte del país está vinculada a la del mundo (19-20%). Podemos contar además, para apoyarlo, que en la página 26 de estudio se dice  que los entrevistados argentinos son los que más a favor se muestran de la integración política con Latinoamérica (76%).  

Porque hay algo que no se menciona hasta el momento: el estudio está orientado casi en exclusiva hacia las relaciones de los países de Latinoamérica con su entorno y con el mundo. Al igual que en el caso de la encuesta de JWT Sonar que analizamos en otra ocasión, Clarín extrae de una encuesta hecha para otra cosa un dato suelto para desarrollar su propia narración. En su propias palabras, un bajón generalizado. 

Para broche, el cierre de la nota de Clarín, en la pluma de Marcelo Moreno, en el cual dice lo que realmente quiere decir:

... la inflación, -que volvió salvaje y sin aviso-...

...Esa perdurabilidad y profundización de los males –sin que se note tendencia a revertirlos–, claro, no le templa el ánimo a nadie. Y eso no se cura con baratijas (bastante caras) como el Fútbol para Todos o clubes de buena onda. De soluciones, y no vibraciones, andamos necesitados.

Clarito ¿no?

Pero resulta a la vez paradójico y divertido que el informe de Latinobarómetro se cierre con la frase que sigue (pagina 30), y que desmiente lieralmente el calificativo de baratija utilizado por Marcelo Moreno:

El campeonato mundial de Fútbol es un gran comunicador, por ejemplo, a través de él se
forman opiniones de países, mucho más que por la diplomacia o las declaraciones de los
gobernantes.

Ah, por cierto. ¿Que quién es Marcelo Moreno? La siguiente anécdota lo retrata: durante el conflicto de la 125 dicho individuo entrevistó por radio Mitre a Nicolás Casullo. Al terminar la entrevista, una vez cortada la comunicación dijo al aire "cuando escucho este tipo de intelectuales tengo ganas de vomitar".

Eso sí que es un bajón.

RH