Mostrando entradas con la etiqueta ipc. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ipc. Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de marzo de 2012

La confesión


Resulta que Sebastián Campanario publica en el monopolio la nota...


...en la cual, para nuestro marxiano regocijo, Campanario nos confiesa todos sus pecados y los de sus colegas monopoleros.
La pego entera, porque, como se verá, prácticamente no tiene desperdicio.

En economía, la historia no solo la escriben los que ganan, sino también los que miden, y hasta los que corrigen los números varios años después . Los ejemplos abundan. El fallecido economista Jorge Schvarzer, de la UBA, recordaba en un estudio que las Cuentas Nacionales de los 60 subestimaron el crecimiento real de la economía. Cuando en la Cepal años después lo descubrieron, ya era tarde: Onganía usó los datos falsos para justificar su golpe de estado contra el radical Arturo Illia.

Hay ejemplos de cómo los espejismos numéricos pueden dar vuelta la historia en todo el mundo. Uno de los casos más famosos es el de George Bush (padre), que en 1992 fracasó en su intento reeleccionista, en parte, porque los votantes creían que su país aún estaba en recesión. Las revisiones del PBI demostraron que los EE.UU. crecían a una saludable tasa del 4%, ya desde un año antes de los comicios.

Uno de los trabajos de revisionismo estadístico más interesantes de los realizados recientementes es una reestimación del crecimiento del ingreso real y de los cambios en la distribución del ingreso para la Argentina en el período que va de 1985 a 2005. La realizaron para el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad de La Plata los economistas Federico Sturzenegger y Pablo Gluzmann.

La “historia económica oficial” es cruel, a nivel de crecimiento, con esta etapa de la democracia en la Argentina. En promedio, el ingreso real per capita subión en este lapso apenas un 0,5% según los registros que se tomaban por válidos. Sturzenegger y Gluzmann corrigieron sesgos en las mediciones de precios entre 1985 y 2005. “El impacto de esta reestimación sobre las variables principales de la economía es sorprendente”, explica Sturzenegger, en la actualidad presidente del Banco Ciudad, “la democracia en la Argentina promovió un aumento en los niveles reales de ingreso mucho más grande de lo que anteriormente se pensaba; y también hubo una mejora en la distribución del ingreso mucho más robusta de lo que se creía”.

En concreto: la investigación halló que entre 1985 y 2005 los ingresos reales subieron entre un 4,3% y un 5,7% anual más rápido que lo que marcaban las mediciones previas.

La historia se revierte a partir de 2007, con la intervención del INDEC. Economistas como Eduardo Levy Yeyati y Luciano Cohan (de Elypsis) sostienen que “el crecimiento ha sido sobreestimado desde 2007, particularmente durante los períodos recesivos, acumulando un diferencial de crecimiento de 14% ”, y que “la actividad se habría desacelerado considerablemente a finales de 2011 (con un promedio para 2011 de 6% contra el 9% oficial).” La estimación del 14% surge de analizar nueve series que venían altamente correlacionadas con el nivel de actividad hasta 2007, y a partir de allí comenzaron a separarse. “ Too good to be true ” (“demasiado bueno para ser cierto”), dice Levy, profesor de la UBA y UTDT, sobre el crecimiento en los últimos cuatro años.

O sea; en este artículo se reconocen todas las cosas que desde siempre desde este humilde (mentira) blog denunciamos.

(Prestar atención a los colores)

Que las cifras de crecimiento, inflación o cualquiera se usaron y pretenden seguir usándose en este país para voltear gobiernos

Que las mediciones de otros países, hasta de EEUU, son igual de discutibles que las de Argentina

Que el INDEC hizo mal las mediciones, las truchó o como quiera llamarse entre 1985 y 2005 ANTES DE SU INTERVENCIÓN (porque sino, qué quiere decir el párrafo "entre 1985 y 2005 los ingresos reales subieron entre un 4,3% y un 5,7% anual más rápido que lo que marcaban las mediciones previas."... ¡con todo lo que trataron de vender la gloriosa etapa del INDEC antes de la intervención! ¡Vean las diferencias! ¡O sea, el INDEC no sólo merecía la intervención, sino prácticamente su cierre!

Y, lo divertido: después de todo lo antedicho... se atreven a seguir con "a partir del 2007, con la intervención del INDEC..."  y se ponen blablabla, a tratar de decir que el crecimiento no fue tal, blablabla desconociendo los records de ventas de autos, de ocupación vacacional, de ventas de ropa y supermercados, y montones de etc. ¡Y eso, después de no soltar ni una humilde palabreja sobre las mediciones y cifras del Indec entre 1985 y 2005!

¿A quién vas a creer? ¿A mí? ¿O a tus propios ojos? Nos dice, grouchomarxianamente, Campanario desde su columna monopólica

RH

lunes, 22 de agosto de 2011

Esto tendría que estar prohibido desde hace años



Qué cosa se preguntará Usted. La respuesta es: estamos ante un caso flagrante de engaño al consumidor. Y las grandes cadenas vienen repitiéndolo desde hace años.

Estas fotos fueron tomadas ayer en el Disco, a la vuelta de mi casa.

Veamos. Lo que dice en grande, es que hay 25% de descuento comprando carne de novillito, ternera  o cerdo, y 40% si pago con la tarjeta Más, que es la de Jumbo, Disco, etc.

Cuando la letra se achica por primera vez, aclara que es para comprar con pesoschecks -vales-. en tu próxima compra.. Buéh, la cosa no era tan generosa... pero bueno, sigue siendo algo.

La letra vuelve a achicarse y ahí nos enteramos que es comprando 100 pesos, y que los pesoschecks son para usarlos del 30 al 31 de agosto, que caen... martes y miércoles.

Si volvemos a achicar la letra, en la última línea, muy chiquito, dice que en esta promoción NO se incluyen los "productos acordados con el Gobierno".

Volvamos a achicar la letra; vamos al precio sobre lo que se practican estas a primera vista tan extraordinarias promociones:


O sea: el descuento, la promoción, la practican sobre un precio de 50 pesos el kilo -en este caso de peceto, pero todos los precios andan por ahí-  que es entre un 20 y un 40% por encima de lo que cuesta la carne en las carnicerías en donde suelo comprar, que es en General Pacheco, partido de Tigre. Y aclaro que la carne de Pacheco es excelente en todas las carnicerías que compro. Y que la de Disco, la documentada en la foto, no es de estancia las Lilas. Es carne común y corriente, bonitamente envasada, bonitamente iluminada. Y que la carne en pie, le cuesta más o menos lo mismo a todos, seguramente por volumen a Disco algo menos.

Entonces tenemos que Disco te hace una promoción que consiste en que te ofrecen entre un 25 y un 40% de descuento sobre algo que te están cobrando un monto más o menos equivalente por encima. Pero además, ese descuento en realidad te lo abonan para que con ello pagues otros productos que ellos mismos te venden, que, como no podría ser de otra manera, también te cobran entre un 20 y un 40% más que en otros lados, y hasta un 70% en los lácteos.

A ver, pongámoslo en práctica. Vas al Disco con los vales porque no los vas a perder, y, naturalmente, terminás comprando otras cosas pagando también entre el 20 y el 40% más. Llegás a la caja... y resulta que es bastante probable que no puedas usar los vales. Porque como mostrábamos arriba, los vales son sólo para usarlos 30 y 31 de agosto, que caen martes y miércoles, y la promoción abarcó del jueves 18 al lunes 22. Teniendo en cuenta que la mayoría de los que compran en cadenas tienen su vida bastante "organizada" y suelen ir a comprar siempre el mismo día de la semana, una enorme cantidad de los que compraron impulsados por el cartel de 25 o 40% no podrán ir o ni se les ocurrirá ir martes o miércoles, y a disco le salió redonda.

Ahora alejemos el zoom, y vayamos a las promociones que en general hacen todas estas cadenas, Jumbo, Coto, Carrefour, etc con las tarjetas. Por ejemplo esta, de ayer en Disco:


Es ilustrativo pararse en la puerta de un Coto y mirar las promociones de la semana, cada día con tal o cual tarjeta de tal o cual banco tal o cual descuento, todos entre el 10 y el 25%.
Estamos ante lo mismo; son descuentos que se hacen sobre precios infladísimos, o sea, el efecto en su facturación es menos que neutro; por el contrario, en base a un engaño se induce a la gente a comprar pagando carísimo.

Se logra con esto unos efectos colaterales que resumo aquí:

La "gente" cuando ve los precios, echa la culpa al Gobierno, y agradece a las cadenas su generosidad con los descuentos comprándole mientras putea al Gobierno.

Y otra consecuencia es que hace muy difícil, por no decir imposible medir los precios fiablemente para calcular lo que cuesta la canasta familiar y por ende la inflación. Porque la realidad es que los precios que deberían tomarse son los que el consumidor termina pagando, que en este caso, quien sabe cual es. Depende del consumidor, y con estos "descuentos", las desigualdades llegan a lo extremo.

O sea, ni el Indec, ni las "privadas", ni lo que es peor, los consumidores pueden saber lo que les cuestan las cosas, porque las cadenas les hacen lo que sigue con los precios y descuentos:


 Y esto, vaya si tiene resultados para las cadenas: su rentabilidad es altísima -Mercedes Marcó del Pont lo sabe, que es quien ve sus cuentas de resultados-, y está basada en estos juegos de "inflación", "descuentos", "promociones", todo entrecomillado, todo saqueo al consumidor que, desinformado por los socios mediáticos de las cadenas, culpa al Gobierno.

Compañero Moreno: esto no va más. Descuentos de ese volumen sólo pueden estar sustentados en aumentos de igual o mayor volumen, y se violan de esta manera La Ley de Lealtad Comercial y seguramente algunas más. Antes no teníamos el poder para enfrentarlos, y, en lo concreto, seguramente no tendríamos la "potencia de inspección" necesaria para enfrentar a estos expolios, en los que encima se sustenta la inflación, con la que nos corren. Nos parece que ahora tenemos más recursos; esta es una batalla que hay que librar.

Ahora somos fuertes, ahora es el momento.

RH

jueves, 14 de julio de 2011

Volvamos a la diversión: la perdurabilidad de las predicciones económicas de Clarín


Dejemos por un rato el ombligo porteño y vamos a divertirnos un ratito con las predicciones económicas de Daniel Fernández Canedo en su columna de hoy, En economía, también asoma un camino trabajoso hasta octubre.

En la nota describe/critica las distintas medidas que toma el gobierno para sostener su política cambiaria.

Un par de párrafos:

El que abre:

La disputa por conservar dólares cobró intensidad y fue mostrando nuevas facetas en los últimos días.
Para el Gobierno, esta carrera no es menor aunque se sepa potente por tener US$ 51.700 millones en las reservas del Banco Central.
Con su intención de mantener quieto el precio del dólar hasta las elecciones de octubre se puso un corsé difícil de sostener si no está dispuesto a perder divisas.

El que cierra:

El primer semestre, el de la entrada de los dólares, quedó atrás. De ahora en más, todo luce más trabajoso

Uff, qué problema. No sabemos que va a hacer el Gobierno. Todo conduce al desastre.

Unas horas después, titular de Clarín:

Millonaria compra del Banco Central: en la semana se alzó con US$ 500 millones para evitar la caída del dólar

O sea, de lo publicado en la columna de arriba no queda casi nada en pie, porque en su introducción sostiene que para mantener el dólar quieto (y que no se vaya hacia arriba) el Central tendría que ir perdiendo divisas... y esta semana compró 500 palos, casi el 1% de sus reservas. Y en cuanto a que ya quedó atrás el primer semestre, el de la entrada de dólares, también se desmiente, porque...

En los últimos días, el sector agroexportador salió a liquidar billetes por encima del nivel que venía haciéndolo

Y después agrega (viene otra vez la diversión)

"La falta de liquidez hizo que algunos Bancos cambiaran su estrategia y salieran a hacerse de pesos, cambiando dólares", dijo Claudio Burelli, analista de Puente Hermanos. "La inflación hace que los billetes pierdan valor. Por eso los consumidores demandan más pesos y por momentos puede generarse escasez de billetes", explicó otro operador del mercado.

Obsérvese que la primera parte del párrafo, la técnica, (liquidez, etc) tiene nombre y apellido, empresa, mientras que la de la inflación, que es cualquiera (¡los billetes pierden valor, jajajaja!) y es el caballo de batalla desestabilizador de Clarín, está "explicado" por "otro operador del mercado". Una risa.

Todo esto en el marco de la denuncia que por fin presentó Moreno sobre las manipulaciones del índice de inflación para saquear al país y que condujeron a la intervención del Indec.

Consuela soñar con el momento en que unos y otros (los saqueadores y el idiota corrupto de los globos y las banderitas) den con sus huesos en la cárcel.

RH