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lunes, 12 de julio de 2010

Maravilloso: la ley del matrimonio igualitario es una ley del matrimonio K

Comenzó 678, apareció Mirta Legrán y dice , así nomás, si en una pareja homosexual que adopte no se daría el riesgo de violación. Se me vino el exabrupto castizo -por eso de los años vividos por aquellos barrios- que dice "¡Es de juzgado de guardia!". 

¿Cómo se puede llegar a decir algo así? ¿Cómo se puede? ¿Cómo los que están en esa mesa no se levantan como un solo hombre, como una sola mujer, como un solo género -EL HUMANO - y la dejan sola consigo misma (iba a escribir conciencia, pero no me atreví sin pruebas de que la susodicha -la conciencia-  esté presente en alguna parte de la geografía octogenaria de la suprascripta)?

Antes había visto un análisis de la evolución de la posición de La Nación y Clarín respecto del tema; de como habían ido transformando el tratamiento de la ley hasta llegar a la supuestamente despectiva calificación de ley K.

Bueno, bárbaro, mejor. No podemos dejarlo pasar. ELLOS LO DICEN: la igualdad es K.

Leo por ahí las discusiones, se opone a (lo que dice) Bergoglio (lo que dicen) sacerdotes que están a favor del matrimonio igualitario. ¿Por qué? La(s) iglesia(s) es(son) un club, con sus reglas, quien quiera formar parte de ese club tendrá que respetar sus reglas, o intentar cambiarlas desde dentro. Pero en cualquier caso, es asunto de los que formen parte de ese club, que no tiene absolutamente nada que ver con los derechos de todos, con la sociedad, con el Estado, con la política. Cada minuto, cada segundo que se le dé de interlocución a los integrantes de ese club es tiempo quitado a todos, a la libertad, a la igualdad, a la fraternidad (no pude evitarlo, perdón). No estamos en igualdad de condiciones, porque ellos, por más que sean muchos, son un club, no son la sociedad.

Escucho de fondo el debate, Sandra Russo dice que la iglesia nunca fue tan reaccionaria, Barragán y Barone saltan y dicen que no es verdad, que ahora saltaron porque les metieron el dedo (vaya a saber dónde).

Y yo tampoco estoy de acuerdo. Ante cualquier cosa que significara libertad la iglesia saltó, y los ejemplos actuales de sacerdotes "buenos" o de los nuestros, los que fueron víctimas de la dictadura, no son más que excepciones; apoyarnos en ellos es entrar en un debate que no corresponde: la iglesia es un club y nosotros formamos parte de un Estado DE TODOS. Son individuos a los cuales directamente no corresponde ni preguntarles. Lo que pase dentro de ese club es asunto de las reglas de ese club y de los que lo integren.

Ahora se habla de crispación. Y es normal, los que trabajamos por la igualdad es imposible que no crispemos a los que no la quieren. A la Legrán por ejemplo, que parece que tiene miedo de que un camarero sea K, y -para mí- Sandra -que es quien lo cuenta- vuelve a equivocarse, porque trata de pensar en el prejuicio de la Mirta, casi entendiéndola (perdón Sandra). Dándole lugar a la posibilidad de regeneración de la(s) Mirta(s).

NO. Tengámoslo claro. Los otros -ESOS OTROS- no son nuestros iguales, personas que simplemente piensan otra cosa y ya está. Jugamos dos juegos diferentes. Nosotros defendemos el derecho de que dos personas del género que sea puedan vincular sus vidas y la de hijos, biológicos o no. Es más simple que eso: defendemos que cualquiera tenga la libertad de hacer lo que quiera si no afecta la libertad de un tercero. Defendemos que cualquiera pueda ir a cualquier iglesia aunque nos parezca que es un ejercicio destructivo, un lugar en el cual es posible que se enseñen valores contrarios a la igualdad.

Ellos no. Ellos quieren que las reglas del club imperen en toda la sociedad. Y ahora el máximo dirigente de ese club nos declara la guerra. De momento una guerra sin sangre, pero en realidad no se sabe, la guerra es siempre con sangre, y el máximo dirigente de ese club nos la declaró.

Quizas lo sea, lo es. Pero ésta es una batalla, una más. Vamos a afrontarla. Ayer publiqué una cosa irónica, sobre el uso de K como insulto, como descrédito. Y hoy caí en que la etiqueta de K para desacreditar siempre se usa para cosas que impliquen derechos. Ley de medios K. Ley de matrimonio igualitario K. 

Del matrimonio K.

Bueno, ché, está bueno. Ellos están diciendo que la igualdad es K, la fraternidad, K, la libertad, K. Démosle la razón. 

Pero no pensemos que son valores universales, porque no lo son. No son los suyos, y eso desmiente que sean universales.

Y no pensemos que están equivocados; piensan diferente, y eso sería admisible. Pero en este caso no merecen ni siquiera nuestro respeto, porque ellos quieren que por sus ideas todos nos comportemos como ellos. 

Y además qué tanto, ni siquiera es por (sus) ideas; es sólo porque son ideas pasibles de ser K, y que permitan a los K seguir después del 2011 tratando de revertir el expolio, tratando de imponer la igualdad K, la fraternidad K, la libertad K.

Son nuestros valores. Pongamos todo lo necesario para que sean los de la mayoría, porque son para la mayoría, y para las minorías, son para todos. 

Puede que se pierda la votación en el Senado. Si esto ocurre, no será una catástrofe; será por el contrario un desafío para que en la sociedad cale cada vez más profundamente la idea de que aquí estamos realmente llevando a cabo un cambio profundo, y que estos cambios generan resistencias, y que los otros -ESOS OTROS- usarán cualquier medio a su alcance para impedirlos. Podrán impedirlo mañana; no podrán impedirlo siempre.

Una guerra, dicen.

Perderán.

domingo, 11 de julio de 2010

Grave acusación de la oposición: la presidenta Fernández sería K

Haciéndose eco de un editorial de Clarín sin firma, Elisa Carrió pidió la inmediata constitución de una comisión bicameral para investigar la grave acusación. "Nosotros lo veníamos diciendo", dijo con lágrimas en los ojos. "Después se sorprenden de que la gente los quiera matar" agregó, retorciendo su rosario.
 
Algunas versiones no confirmadas indican que ya se estudia la convocatoria de un arrepentido K. Si bien algunas de ellas mencionarían a Alberto Fernández como posible fuente de  esta acusación, éste se desmarcó de los rumores: 

"Yo siempre los vi un poco zurdos, incluso, a veces, pensé que eran peronistas. Pero no puedo decir que sean K; de cosas así uno se da cuenta".

Personas que se mueven cerca de personal de limpieza de Clarín -quienes semestralmente visitan las instalaciones del periódico- dicen haber escuchado a una telefonista decir algo de que una prima de la secretaria del encargado de asuntos marítimos de Bolivia en Tirana (Albania), mirando una foto de la presidenta con boina, dijo de forma que dejaban pocas dudas:

"Es K".

Basándose en esta información, la comisión de asuntos balcánicos y del altiplano del Congreso está elaborando un exhorto para enviar a Bolivia y Albania solicitando la comparecencia de la testigo secreta, de la que nadie sabe como se llama, ni siquiera las personas que se mueven cerca de personal de limpieza de Clarín-quienes visitan semestralmente las instalaciones del periódico-, con la esperanza de que este exhorto no prospere; esto confirmaría otra Grave Acusación de Elisa Carrió: Evo Morales también sería K.

En consonancia con estas acusaciones, Oscar Aguad solicitó la realización inmediata de elecciones para elegir 200 diputados y senadores adicionales a los actuales, en la que participarían exclusivamente candidatos de la oposición, ante la avalancha de comisiones de investigación que será necesario formar a partir de la Sensacional Revelación del diario Clarín: "Este es el momento de Mayor Gravedad Institucional de la historia argentina" dijo con Gran Gravedad. "He hablado con mi asesor en Asuntos De La Constitución y de La Democracia, Luciano Benjamín Menéndez, y él me lo confirmó: Este es el momento de Mayor Gravedad Institucional de la historia argentina".

Consultado respecto de la Sensacional Revelación del diario Clarín, el primero en la línea de la sucesión presidencial, el vicepresidente, Don Julio Cleto Cobos, respondió en primera instancia: "¿Qué es K?", para luego, haciendo alarde de su habitual enjundia, declarar: "sin duda se van a perder muchos puestos de trabajo". Esto provocó el delirio entre sus seguidores (sus custodios, también conocidos como los barras del Down, un total de 8). Antes de despedirse de los periodistas, dijo, con su habitual tono reflexivo de hombre de consenso: "Llamaré a mi hija para preguntarle" 

Por su parte, Pino Solanas declaró a los gritos "yo lo venía diciendo incluso antes de volver del exilio, y nadie quiso escucharme", dicho lo cual, y ante el asombro de todos los presentes, se retiró sin pronunciar una sola vez la palabra "escándalo". Alguien muy cercano a un kioskero en el que habitualmente compra alguien que conocen las personas cercanas al personal de limpieza del grupo Clarín -que visitan semestralmente las instalaciones del diario-, dijo, comentando la extraña actitud de Solanas: "Qué raro".

Ante la posibilidad de ser también acusado de ser K, Martín Sabatella decidió presentar una alternativa superadora, que permitiera al país esquivar la Grave Crisis Institucional que se avecinaría:

"Seamos todos L".

Esta propuesta fue inmediatamente rechazada por el resto de la oposición, por dos motivos: Sabatella lleva dos eles, con lo cual partiría con ventaja; y sobre todo, en la oposición saben que la gente lo que quiere es una Grave Crisis Institucional; hay que respetar la Voluntad Popular.

Fuentes cercanas a la Casa Rosada -.un mozo que trabaja en el Havanna de Av de Mayo- confirmaron a este cronista que la presidenta estuvo hablando con su marido del tema. Le habria reprochado agriamente "podrías haberte llamado Martínez, y ahora no me estarían acusando".

Al cierre de esta edición, no se conoce la respuesta del marido, pero podemos quedarnos tranquilos:
Personas que se mueven cerca de personal de limpieza de Clarín -quienes semestralmente visitan las instalaciones del diario- confirmaron que el periódico publicará en su edición de mañana extractos de la versión taquigráfica de la respuesta de Kirchner a Cristina.