Estos días de luto, de tristeza infinita, hay un auge de "los que se dieron cuenta".
Distingo.
Está esa ¿mayoría? silenciosa/silenciada, sobre todo desde la 125, no militantes políticos, sino votantes en estado puro, es decir, personas que van de su casa al trabajo y del trabajo a ver la tele. Que han sido carne, casi víctimas del monopolio con su estigmatización de cualquier cosa que oliera a oficialista. Los medios en su algarabía destructora les taparon las orejas, les cerraron los ojos, los hundieron en un alquitrán de miedo y palabras malintencionadas, y en esos tiempos infaustos les ponían un micrófono delante para poder canalizar el miedo trastocado en odio que ellos mismos-los medios- habían creado
Muchos habían votado a Cristina en el 2007, muchos habían estado contentos con el gobierno de Néstor.
Algunos -cada vez más- gestión mediante iban poco a poco despertándose de la pesadilla mediática, al punto de poder pensar que quizás llegábamos al 2011 con posibilidades ciertas de, aunque sea, el 40+1. La muerte de Néstor desperezó a muchos de los que aún faltaban, al punto de poder soñar con tener una amplia mayoría para poder seguir adelante.
Pero están los otros.
Está por ejemplo Pablo Llonto, o un chico trotskysta que me escribió para que siguiera su blog. Pongo estos dos ejemplos, pero en realidad son a beneficio de inventario; ponerle un par de nombres a muchos que ahora descubrieron a Néstor.
Y como comenté en uno de los lugares en donde se publicó la carta de Llonto,
"Tarde. Todo bien, pero tarde."
Y lo mismo puedo decirle a Fermín, el chico trotskysta, por su nota "Néstor Kirchner (yo no le creía!!!)". quien además se permite, hacia el final de su nota, en la que desgranó todo lo que se había hecho estos años, escribir:
"les creo, críticamente les creo! Pero ojo con defraudarnos (en plural, porque como yo hay muchos), no vuelvan a cerrar el paso a la historia."
Y lo que me parece extraordinario de esta frase desafiante es que es totalmente aplicable para ellos mismos.
De hecho, sólo para ellos mismos.
Porque, mis puros y exigentes amigos militantes que ahora apoyan críticamente, les cuento que:
Todo lo que hizo Néstor lo hizo antes de estar en el cajón.
Y merecía ser apoyado antes de estar en el cajón.
Y merecía ser admirado antes de estar en el cajón.
Mientras ustedes miraban para otro lado, ponían peros en cosas nimias, pedían cosas inviables, o apoyaban cortes de rutas de agrogarcas.
Ustedes son militantes políticos, no son esos individuos carne mediática de los que hablábamos arriba. Todo lo que hizo Néstor lo sabían, y lo que hizo Néstor, no tenía menos valor antes del que tiene ahora, y ustedes, militantes políticos, lo negaron mientras Néstor vivía.
Ustedes tendrían que haber estado antes.
Entonces ahora, so pena de ser reiterativo, les digo usando sus palabras:
"les creo, críticamente les creo! Pero ojo con defraudarnos (en plural, porque como yo hay muchos), no vuelvan a cerrar el paso a la historia."
RH