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viernes, 6 de agosto de 2010

Tango y soja, según Márquez.

Cuenta Pibe Peronista en su entrada Impecable que a Márquez (recordemos que se trata del jefe de Gobierno de la CABA, que como Méndez, es mufa) se le acaba de ocurrir en el festival de Tango decir que:

"El tango es la soja de Buenos Aires".

Lo primero que a uno se le ocurre es avalar la solicitud de pericia psicológica de Márquez que hizo Oyarbide.

Lo segundo, es que si no será que, en vista del curso de los acontecimientos, el interfecto no quiera hacerse pasar por loco. 

Pero en vista de los antecedentes, Márquez lo debe decir en serio -dentro de los límites de lo que puede ser considerado serio en Márquez, o sea, nada-. Así que entonces me veo en la obligación de hacerme estas preguntas, a saber:

¿Se trata de tango genéticamente modificado?

¿Se echaría glifosato para que en Buenos Aires no haya nadie que baile otra cosa, por ejemplo cumbia?

¿Hay que pagar derechos a la multinacional dueña de este tango genéticamente modificado -a la que podríamos llamar la Monsanto del Abasto- por cada vez que silbemos o bailemos uno de esos tangos?

¿Quedan aptos esos entarimados para que en el futuro alguien pueda bailar otra cosa, o su efecto es tan nocivo que no hay chacarera que pueda danzarse allí?

¿Serían ciertas las versiones que indicarían que, ante el auge de este tango transgénico, haya fondos de inversión -pools canyengues- que estén absorbiendo todas las pequeñas milongas porteñas con la intención de crear una especie de starbucks del 2x4, que garantizarían la extensión de este fenómeno de uniformización con pago de derechos?

Se han detectado mediante fotografía satelital movimientos de camiones con grandes contingentes de pinotea. Dicen fuentes bien informadas que dichos cargamentos fueron adquiridos por ignotas personas físicas que ocultarían tras de sí a estos pools canyengues. ¿Es cierto que esta pinotea sería utilizada en un PROyecto de deforestación de todas las plazas y parques de Buenos Aires, para que dichos pools creen en ellos macromilongas trans(génicas), exclusivamente destinadas a público de exportación?

¿Logrará sobrevivir el tango en Baires después de estos terribles acontecimientos?

¿Logrará sobrevivir Baires a  Márquez hasta el 2011?

Si es que no, siempre nos quedará Paris.

Y sino Finlandia, en donde, aunque Usted no lo crea, el tango es la música nacional.

RH

jueves, 5 de agosto de 2010

Monsanto de la Espada arenga al sojanismo

Subió al estrado.

En su mirada brillaba la pasión fanática que sólo alcanzan los que, usando la mano invisible del mercado,  practican al sojanismo varias veces al día.

"¡NO NOS RETENDRÁN!" fueron sus primeras palabras, que desataron el delirio entre sus seguidores.

"Intentaron ponernos límites, pero no pudieron."

"Ustedes, que hace dos años caminaron desde sus pisos y mansiones hasta el monumento de los españoles, ahora, en una nueva muestra de patriotismo sin límites, caminaron cuatro cuadras más hasta acá. Eso demuestra que esta tierra es nuestra, en propiedad o bajo arrendamiento."

"Sabemos que hay pobres en ella, y eso nos entristece profundamente.  Es responsabilidad de este Gobierno corrupto, que pone trabas a todo.  Confiamos en que quienes lo sucedan -abarcó con su mirada a la elite de parlamentarios sojanistas que lo acompañaban en el acto- tomen la inciativa y den el paso siguiente, que es la exportación masiva de pobres sin elaborar. Es una gran oportunidad que este país, y me refiero a éste -dijo mirando al público que lo contemplaba arrobado- no puede ni debe desperdiciar. Si esto no se decide inmediatamente, tendremos que aplicar la solución final al problema de la pobreza, que se encierra en los versos sojánicos de la profecía."
 
Puso los ojos en blanco, y comenzó recitar, una y otra vez:

"Yo glifosato
Tú glifosatas
Él glifosata
Nosotros glifosatamos
Vosotros glifosatáis
Ellos mueren"

La letanía fue extendiéndose entre todos los que allí estaban. Lo que al principio arrancó como un murmullo fue derramándose en una ola extática que invadía a los presentes; gemidos de placer podían oírse de una forma cada vez más nítida en un crescendo que rozaba la histeria colectiva. Cuando el coro se hizo atronador, Monsanto de la Espada levantó las manos hacia el cielo, y gritó una vez más:

"¡NO NOS RETENDRÁN!"

Acto seguido, se retiró entre vítores.

Aplausos no hubo; los presentes tenían ambas manos ocupadas practicando el sojanismo.

RH