Así comienza la columna del ombudsman de Perfil, Andrew Graham-Yooll, en la cual intenta justificar la "desaparición" de Estela de Carlotto de una foto en el balcón de la Rosada en la que estaba mal acompañada por Cristina y Hebe (y Dilma!). Es increíble que en algo tan pequeño se encuentren tantos tesoros.
1. El ombudsman -defensor del lector- solicita a los lectores algo; o sea, directamente defiende al medio, a los diseñadores y editores, limitándose a pedir disculpas en el último párrafo a quienes pudieran haber sentido molestia. La verdad no aparece en sus palabras, nada que reflexione sobre el hecho en sí mismo de que un diario -no un blog poco serio como éste, en el cual uno se divierte truc(h)ando fotos-, un medio que pretendidamente informa manipule una foto sin que nada, nada, nada informativamente lo justifique. O sea, de ombudsman, nada, simple portavoz del medio.
2.Llamar omisión a un liso y llano borrado de una persona de una foto es casi una provocación; uno omite cuando escribe, las palabras vienen una detrás de la otra, y buéh, uno omite, por acción u omisión. En una foto es imposible omitir algo, porque por algo se llama instantánea, , está o no está, y si estaba y no está, es que fue borrado. Y el ombudsman de Perfil omite decirlo.
2. Que hayan hecho desaparecer -aunque sea de una foto- a Estela Barnes de Carlotto es, simbólicamente, muy fuerte. Y llamarla Barnes de Carlotto, desligarla del nombre por el que es conocida por el público también lo es.
3. Ahora, la parte divertida o trágica, según se mire. Don Andrew Graham-Yooll publicó en el 80, "La censura en el mundo- Antología" y en el 89 fue nombrado editor de la revista "Index on censorship". Y ahora tiene que dar la cara por una manipulación burda.
Bien, siendo que don Andrew se tuvo que rajar en el 76, es totalmente pertinente la capussottiana demanda:
Montonero Andrew Graham-Yooll: ¡Re-nun-cie!
RH
