Esto confirma que la elección del personal bajo el macrismo se basa en criterios de eficiencia, es más, en este caso de excelencia, porque:
-Se sabe que Boca está junto a terrenos fluviales, por lo que mantener la estabilidad de un quincho en esas condiciones es una tarea que requiere de grandes conocimientos técnicos y capacidad de liderazgo ("ché, no te apoyé...")
-Y last but not least, dicho señor se llama Ríos , lo cual lo hace aún más idóneo para las tareas arriba descriptas (Ríos, terrenos fluviales; ahí alcanzamos la excelencia).
Parece chiste.
Sin embargo...
Macri ganó las elecciones expresando literalmente el sentido común de la mayoría de los habitantes de la ciudad, y esa literalidad se tradujo en una sola cosa: es como si gobernara cualquiera de esos votantes, personas que desconocen absolutamente lo que es administrar una ciudad, y que dicen en la sobremesa de un asado, respecto de cualquier cosa relacionada con la ciudad, "mi jardinero podría hacerlo mejor" . Macri llegó al poder así, livianamente, y así cree que se gestiona. Poniendo lo que él considera idóneos en cosas mínimas -quinchos de Boca Juniors por ejemplo- a cargo de la megaestructura de esta megápolis.
En realidad, los sucesivos derrumbes (5 en los últimos 15 meses, TN dixit) hasta éste no es que sean la parte visible del iceberg; son la parte oculta. Ahora la vemos porque, literalmente, la ciudad se hunde, y entonces comenzamos a ver la parte que está debajo del agua porque ahí es donde estamos.
La parte visible del iceberg era por ejemplo un fenómeno del cual curiosamente no escuché a nadie comentar nada, que eran las decenas (haciendo memoria podría reseñarlos) de semáforos tuertos o directamente ciegos que poblaban Buenos Aires. Me refiero a que en todas las esquinas o no andaba una roja, o las dos, o una verde, y así; cosa extremadamente peligrosa, y que mostraba la falta de interés de la ¿administración? Macri en las pequeñeces. Nos preguntábamos con mi esposa qué pasaría con el resto de las cosas, con las que no eran tan visibles como un semáforo.
Las inundaciones, que diga lo que diga Macri, fueron producto de la falta absoluta de mantenimiento de los sumideros.
"Esto va a terminar mal", decíamos.
Hablábamos también de la pésima idea que había tenido Macri, por pura demagogia, por eso de seguir linealmente ese sentido común porteño, de enemistarse con los empleados de la ciudad, teniendo en cuenta que después iba a tener que lidiar con ellos, liderarlos.
Quizás es pronto para decirlo, pero parafraseando a mi tocayo, podría titularse la actualidad con "Derrumbe del Gobierno de la CABA en Villa Urquiza".
Ah, lo del título, Grosso. Recordé sus palabras cuando fue convocado por Rodríguez Saa:
"Me convocan por mi curriculum, no por mi prontuario"
Macri se las ingenió para que lo eligieran por su curriculum boquense; bien pronto se las arregló para ir acumulando prontuario.
Y lo que nos queda por ver.
RH
PD: Obsérvese que esta vez no hablamos de Márquez. Es que hoy nos tocó comprar un termotanque en la cadena Márquez, y, la verdad, con lo que costó, nos tiene que durar. No vaya a ser que la mufa macrista tenga carácter transitivo.