jueves, 2 de mayo de 2013

Economismo, el ajuste en la economía: una cura que desde siempre mató al paciente

A ver, no sé como decirlo, porque nace de una serie de imágenes sueltas, epifanías, razonamientos nocturnos. Así que va todo de un tirón desordenado. No va a ser muy largo. No sufra.

Suele hablarse del cuerpo social como de un cuerpo humano, y de la economía como una especie de ciencia médica que regula la distribución de los recursos, "la sangre", "los nutrientes", dentro del cuerpo social. Esto se hace más notable en esos momentos de "ajuste perpetuo" en la economía mundial.

Y "la economía mundial"  que no levanta cabeza.

Acaba de hacerse público que el documento en el que se basa la idea de que el ajuste como única alternativa para retomar el crecimiento, estaba mal. Los cálculos en los que se basaba este documento estaban mal hechos. Pueden leer los detalles en esta nota de Alfredo Zaiat.

Pero aún así... para mí, en mis elucubraciones nocturnas, aunque estuvieran bien, la raíz del problema está en otro lado. 

Mi propia hipótesis: la economía actual sigue basándose en los presupuestos de la medicina medieval , renacentista, hasta el siglo XIX diría.

Esa en la que las curas eran un cuarteto de pesadilla: sangrías, baños fríos, ayuno y purgas.

¿Qué son los "ajustes" sino algunas o todas esas prácticas crueles que mencioné arriba? Usté podrá decirme: hay computadoras, grandes series estadísticas, sobre todo en los países en serio, no como acá. Una enorme potencia de cálculo. Y yo le contesto; eso es cierto. Pero esos grandes avances, en economía, sólo han servido para medir con mucha más exactitud la sangre que le van a sacar y la que le queda en el cuerpo, medir mejor a temperatura del agua en que lo sumergen, cuánto -cuán poco- puede comer y hasta -perdón- pesarle las heces. Pero la idea sigue siendo la misma: llevar al cuerpo (social) por la fuerza a una situación de "austeridad". Sangría, baños fríos, ayuno, purgas. "Enfriar la economía", "quitar liquidez al sistema", "quitarle grasa al Estado", muchos etc.

Decidí llamar a esto "economismo". ¿El sufijo "ismo", por qué? Porque es una creencia, no basada en ninguna constatación empírica. En esa medicina de la que hablábamos los pacientes morían casi siempre, los que no, porque sus "médicos" no eran lo suficientemente "eficientes" como para llevar al extremo sus ideas: entonces, algunos pacientes robustos se salvaban.

A ver, entendámonos. en determinadas circunstancias, esas prácticas son necesarias. Si te intoxicás, te tienen que hacer un lavaje de estómago. Pero porque tenés veneno en el estómago, no porque  el lavaje sea bueno per sé. Lo mismo el ayuno: si tenés una indigestión, tenés el aparato digestivo inflamado, tenés que detener su "esfuerzo" por un tiempo, para que pueda desinflamarse. Pero no porque el ayuno sea bueno para todo. Y si tenés 42 grados de fiebre, te tienen que bajar la temperatura para que no te dé meningitis, no porque los baños fríos te curen de la enfermedad.

Economismo. Una creencia instalada en las más altas esferas del poder, que consultan a sus "economistas" para todo. Y desde esas alturas, deciden aplicar todos los "paquetes de medidas de austeridad" con las 4 prácticas crueles: sangría, baños fríos, ayuno, purgas. Y el cuerpo social cada vez más débil, más demacrado, más enfermo. Presa de muchísimas "enfermedades oportunistas" que contribuyen aún más a su debilitamiento. Como las calificadoras de riesgo que hacen que la sangre a extraerle sea más, el ayuno a respetar, más prolongado. Y se diferencian de esas creencias, del economismo, en que le sacan la sangre y la comida para ellos mismos.

Hay algo terrible en todo esto, que es que esos remedios, aplicados al cuerpo humano, mataban al paciente todito. En el economismo, van debilitándose, agonizando, muriendo personas, y el economismo las contabiliza como sangre extraida, como gramos bajados. Como desperdicios evacuados. ¿Cómo es posible esto?

Cómo es posible esto. Cómo se puede lograr un "consenso" social tan importante que permite que las propias víctimas sean partícipes de esa creencia. Creencia que-no lo había dicho hasta ahora me parece- se ha demostrado tan errada como sus homólogas fisiológicas. Porque la era que se inaugura en el 73 con la llegada de Pinochet al poder, que supone la llegada del neoliberalismo al poder mundial no ha traido ninguna prosperidad, no ha enriquecido a las sociedades, por el contrario, ha profundizado las desigualdades y las mejoras que pudieran haberse producido en algunos sectores de algunas sociedades mundiales se han producido a costa de endeudamientos. A costa de la sangre de la periferia. Pero eso es harina de otro costal -de momento-. Pero la cosa es que el neoliberalismo, que ha llevado al economismo a su supremacía -ojo, no confundir economismo con neoliberalismo; éste consiguió que muchos economistas NO neoliberales se contaminaran de economismo- no cumplió con lo que prometió: no trajo la prosperidad al mundo. Trajo esta ruina que vivimos.

Repito la pregunta:

¿Cómo se puede lograr un "consenso" social tan importante, que permita que las propias víctimas sean partícipes de esa creencia?

Y acá aparecen mis elucubraciones nocturnas. El insomnio.

Y en el insomnio, aparecen esas publicidades de la tv, insomnes en sí mismas. Métodos para adelgazar de todas las clases. Cintas, vibradores. Cosas para tomar. Delgadez, delgadez, delgadez. A cualquier precio. Toda la línea SER. Activia. Las grasas trans. Etc. Etc. Etc.

Los carteles, el bombardeo que aparece por todos lados. Gimnasios. Cintas para caminar, para correr, que no van a ningún lado. Todo para llegar a ese imperativo de la delgadez. Y todo eso, si lo reflexiona, no "para estar más sano", sino... "porque está bien, así debe ser". "La austeridad" hecha cuerpo. Porque no se engañe, usté que lo practica: en la superficie usté dirá que es "para estar más sano", cosa que usté en realidá ni siquiera sabe si es cierto. No, es para estar más delgado. Lo más delgado posible. Sin ningún fin en sí misma, la delgadez, más que el cumplimiento de un imperativo estético que enmascara el imperativo moral de  "la austeridad".

Entonces, la palabra luminosamente sombría que aparece en la oscuridad. 

ANOREXIA

Al final de todas esa prácticas, espera la anorexia como última estación.

¿Qué es la anorexia? Un estado inercial. La imposibilidad de detener el proceso de adelgazamiento, porque ya, quien toma las decisiones frente al espejo perdió la medida de su propio cuerpo. La inercia ya tomó el control. Y, en nombre del imperativo de la delgadez/austeridad, lleva a la muerte.

La práctica del economismo está llevando a las sociedades a una suerte de anorexia colectiva. El imperativo de la delgadez que lo rige todo.

Y que "legitima" el "ajuste perpetuo" como práctica "economista"  (que no económica).

Dos consideraciones para cerrar este texto algo alucinado. Por una parte, preguntarse qué gran culpa anida en las individuos para permitir que se los conduzca sin mayores inconvenientes a este estado de postración individual y social. Ahí podríamos abrir el debate mucho más tremendo del papel de los medios en esta situación, muy por encima de cualquier otro poder. Queda para otra vez.

Y la otra consideración, algo más esperanzadora. Así como arriba pensaba que estas prácticas -sangría, baños fríos, ayuno, purgas-  aplicadas al cuerpo social enfermaban y mataban individuos, personas, familias, y desde la cima se trataba esas pérdidas como si fuera grasa, desperdicios, individuos, personas, familias, pueden salir de esta pesadilla colectiva y lo hacen. Acá lo hacemos, rudimentariamente, contra todo el bombardeo, contra todos los "imperativos" que nos debilitaron, enfermaron, embrutecieron, empobrecieron.

Débiles, enfermos, embrutecidos, empobrecidos, aunque cuesta tanto, nos hemos ido alejando de los malos espejos. Poco a poco iremos recuperando masa corporal, y la grasa necesaria para pasar los inviernos. El imperativo me parece que en el fondo esconde eso: estar con cero grasa es estar siempre al borde de la debilidad, de la postración, de la muerte. Siempre dependiendo del dueño de la grasa. Porque, ahora ya de día, todo se trata de eso.  De quién es el dueño de la grasa.

Economismo, anorexia, el dueño de la grasa. Dios mío. Las cosas que se me ocurren.
RH

www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-218889-2013-04-27.html

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