miércoles, 28 de diciembre de 2011

54 (cincuenta y cuatro)


Qué cifra ¿no?

Es el porcentaje de votos que sacó Cristina en las elecciones de octuibre. 54,11%, para ser más exacto. Pero, así, coloquialmente, se dice el 54.

Pero hoy cuando haya terminado de escribir esto, habrá otro 54, mucho más íntimo y personal:

Cumplo 54.

Y me gusta. me gusta por empezar lo mínimo, la cosa del 54, imaginarme tener una remera con un gran 54, y epatar así a les bourgeauis porteños, y decir "ay son los años que tengo", y que ellos sepan que no es por eso, que es por el otro 54 que tanto los hiere, los ofende. Pensarlo así, cortazarianamente, a la manera de la hormiga con que se provoca al señor Silicoso en No, no y no. Un gran 54 en una remera, como la hormiga que se pasea por la corbata amarilla.

Y hablando de amarillo, el punto más bajo de mis 53: el 10 de julio contando votos en Caballito. Ya lo conté en Error-error-error; no lo contaré otra vez, y los porteños del palo que lean esto ya lo vivieron por su cuenta. Tan dura fue la caída que terminamos enfermísimos por muchos días, y ese enfermísimos desembocó en el abandono del cigarrillo (aprovechando la larga convalescencia, no por otra cosa!) Ha costado, incluso cuesta, 5 meses después, hagstinensia, peleas, rencores, engordes... Pero ya, parece, la cosa se va superando. Y la otra, la de la sudestada amarilla que inunda esta ciudad... qué va sé. Esta ciudad es así, esos dos tercios son así, y como dije hoy en un festejo medio en chiste y ante la consternación de mis interlocutores, "acá no tendríamos que presentar candidatos, sino mandar un embajador". No se enojen che. Es una conclusión casi inevitable para alguien que vive en Caballito.

Pero por suerte Caballito es nada en medio de este país maravilloso del 54%, y, la verdad, es que me siento tan afortunado, tan privilegiado de cumplir 54 en el país del 54. Quién lo hubiera dicho, quién lo hubiera soñado.

Y ahora la presi está enferma: bah, enferma; tiene una especie de quiste maligno en la tiroides. Está encapsulado, no hay metástasis: un quiste, algo que se opera y se saca. No voy a rezar por ella: no soy creyente, y, puestos a discutir me resultaría difícil sostener la existencia de un Dios bueno en un mundo de Cristina enferma, Lula enfermo, Chávez enfermo y tanto banquero sano.

Deseo de todo corazón que se cure, porque la necesitamos, la necesitamos bien, y porque quiero cumplir 58 con una camiseta que diga 58 y los malos se den cuenta que en realidad es porque en el 2015 sacamos el 58%.

Y escribí estas boludeces de arriba porque en realidad un poco nervioso me pone, sí. Pero no puede pasar nada, está todo bien.

Así que eso, cumplo 54. Pensaba decir muchas más cosas, pero, no sé, se fueron, y aquí estoy yo.  
Eso sí, sintiéndome privilegiado de tener estos interlocutores tan maravillosos que la vida me ha dado, como lo son ustedes. Gracias!

RH

9 comentarios:

  1. Ah, pero sos 28 días más joven que yo! Pendejo!
    Feliz cumpleeee!!!!
    Yo no creo en eso del zodíaco, pero los capricornianos fueron siempre para mi los mejores, los más buenos.
    54 es el número. Qué duda cabe?

    Abrazo.

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  2. Jajajaja... los jóvenes somos así... pero los sagitarianos son los más seductores, los más compradores!!!!

    Abrazo!!!

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  3. Pues nada, ¡Feliz cumpleaños!. Y Cristina va estar bien. No por que vaya a intervenir una deidad, en la que no creo, sino porque es fuerte y hay buenos médicos atendiéndola.

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  4. Gracias Iris... Pues nada.... ¡Pues eso!

    Un beso grande

    Rick

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  5. Y yo tengo 54, cumplidos el mes pasado. Gran número para tener en este tiempo. Se dice con orgullo, como saboreando las palabras. Feliz cumple, compañero, y nunca menos!

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  6. Feliz cumple, amigo y tocayo.
    Y nuevamente felicitaciones por lo del cigarrillo, que eso le augura muchos, muchísimos cumpleaños más.
    Por el 58. ;)

    Gran abrazo.

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  7. Muchas gracias amigo! Vamos por el 58!!!

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  8. Que alegria tener Ricki para rato.Sos un pendejo
    Felicidades
    Marta Ambroggi

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