Por empezar, pensándolo bien, no puede no existir. Tiene que existir. Y como tiene que existir, existe.
Y su existencia lo explica todo.
Y en realidad, todo es una sola cosa: ahí se van guardando, para siempre, todos los obstáculos, todos los agravios, todas las miserias, todos los males que le tiran, y que ella, locamente generosa y generosamente loca como es, se niega a compartir con nosotros.
La bóveda es lo que le permitió seguir, seguir y seguir.
Uno antes no entendía cómo, con todo, ella seguía. ¡Claro! ¡Era la bóveda!
Y nunca nunca, se abrirá. ¿Eh? Ella nunca lo permitiría.
Nos quiere demasiado. Un día, cuando la última infamia se haya encerrado, se sellará, y el peso de tanta maldad que le y nos destinaron, la hundirá para siempre en el basurero de la historia.
Ese que llamamos olvido.
RH
Y su existencia lo explica todo.
Y en realidad, todo es una sola cosa: ahí se van guardando, para siempre, todos los obstáculos, todos los agravios, todas las miserias, todos los males que le tiran, y que ella, locamente generosa y generosamente loca como es, se niega a compartir con nosotros.
La bóveda es lo que le permitió seguir, seguir y seguir.
Uno antes no entendía cómo, con todo, ella seguía. ¡Claro! ¡Era la bóveda!
Y nunca nunca, se abrirá. ¿Eh? Ella nunca lo permitiría.
Nos quiere demasiado. Un día, cuando la última infamia se haya encerrado, se sellará, y el peso de tanta maldad que le y nos destinaron, la hundirá para siempre en el basurero de la historia.
Ese que llamamos olvido.
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