Esto que muestro es, para mí, una de esas demostraciones palpables de cuál es la "Weltanschaung" -la concepción del mundo- de los poderes a los que nos enfrentamos.
Es la tapa de ahora mismo del diario El País de España. A la izquierda, el caso realísimo de un tipo que era ministro en la comunidad de Madrid bajo las órdenes de Esperanza Aguirre, la admirada amiga de Macri, bajo cuyo mandato se privatizó la gestión de la sanidad pública, y que ahora forma parte del consejo de administración de la sociedad que gestiona un hospital por una fortuna en Aranjuez, a 50 kms de Madrid.
El crimen perfecto: se privatiza, pero el Estado paga las facturas, enormes, gigantescas, indiscutibles por tratarse de un monopolio (privado) que vos, desde el Estado mismo creaste.
Lo mismo que pasa aquí en la ciudad; las facturas del ABL y demás suben al infinito para pagarles cifras indeterminadas, ocultas, oscuras, a monopolios de lo que sea que el Estado porteño va creando en nombre de una eficiencia imposible de ver pero que es una entrega de soberanía dificilísima de revertir, por eso de los tribunales de Nueva York etc. etc.
(quizás sean/deberían declararse inconstitucionales todos los contratos firmados aceptando la jurisdicción extranjera, ¿n'est-ce pas?)
En cualquier caso, al mismo nivel que esta nota sobre la construcción de un poder paralelo por encima de los Estados con intenciones irreversibles, está acompañada al mismo nivel por otra, cuya bajada dice impúdicamente:
“Periodistas de EL PAÍS cuentan sus impresiones sobre el primer episodio de la tercera temporada” (de Juego de Tronos, Game of thrones).
O sea, periodistaS (con ese, plural). El País sienta a periodistas a ver lo que pasa en una serie.
No críticos televisivos, de arte, de comunicación visual. De vestuarios.
Periodistas.
Es una confesión, en toda regla, de que de lo que el periodismo se ocupa y que por tanto emite YA ES FICCIÓN.
No es que yo sea particularmente quisquilloso. Es que está ahí, al mismo nivel lo que pasa en una serie, que es cartón pintado, que lo que usté y los “periodistas” ven en esa ventana que es la pantalla, fuera de cuadro hay montones de cables y artefactos y personas que cambian de lugar cosas y hacen gestos. Y que eso que ve usté y los “periodistas” por ahí se tuvo que repetir varias veces para que usté (y los “periodistas”) se lo creyeran.
Que usté se lo crea, es mérito de los creadores de la serie, de sus ejecutantes.
Que un diario masivo, de información general, ponga como noticia lo que pasa en la serie al ladito mismo de otra en la cual se relata la destrucción de un Estado y una sociedad a manos de un sistema perverso, muestra que éste, el sistema perverso, se va apropiando de todos los espacios. Y que la intención es que mañana los periodistas, que hoy ya ficcionan la realidad, mañana SÓLO ficcionen sobre la ficción.
Clarín, si usté presta atención, hace eso a diario. Al lado de sus mayormente ficticias y ficcionadas noticias, está esa columna de noticias de chismes, nalgas, games of thrones, orgasmos durante la aplicación de yeso en las paredes del quincho, exfutbolistas, soja. La idea es que la columna de la izquierda, la de las ficciones sobre noticias ficticias, destruya a los que las protagonizan y dejen, DEFINITIVAMENTE, todo el lugar a la columna de la derecha.
Esa es la idea. Tenerle a usté la cabeza agarrada con las dos mediáticas manos, fija, mirando games of thrones, o jugando angry birds, mientras se esclaviza a las cuotas de claro o personal o movistar para ir teniendo el galaxy apropiado –¡qué palabra!- para ver mejor game of thrones o jugar angrybirds . Y dejar de pensar.
Absolutamente.
Dormirlo.
Pero, acuérdese: la última vez que lo durmieron así, se despertó abruptamente en un país incendiado.
Déjese cuidar por la memoria.
Y mire, mire, mire a su alrededor, mundamente hablando. En ese lugar del cual parte la anécdota, con el 27% debajo de la línea de pobreza siguen pretendiendo ficcionar todo. Pero desde acá , si usté se deja cuidar por la memoria, debería poder ver como asoman las llamitas por los cimientos de aquel continente “en serio”.
Usté por ahí sería feliz en esa situación de ficción perpetua, un mundo perfecto.
Vuelvo a decirle: déjese cuidar por la memoria. Los que nos durmieron, que arrullan juegodetronamente a aquellas sociedades, ni siquiera lo hacen desde una voluntad de reforma, de crear un mundo completamente feliz. Lo hacen, por el contrario, viviendo a costa de las millones de bajas que sus guerras de baja intensidad provocan. Y del hambre, sufrimiento y pobreza de los que ya no pueden pagar las cuotas de claro personal o movistar porque les cerraron su fábrica porque ya no interesa y no hay plata para pagarle el desempleo porque hay que dársela al beneficiario de la privatización de los hospitales que no dejan de cobrar sus super salarios pero no quieren pagar gasas o desinfectantes.
Y lo hicieron para hacerse aeropuertos en Anillaco, campos de golf en lugares áridos de la península ibérica o de la península arábiga.
Y hoy lo hacen –puede estar seguro, segurísimo- para tenerla más grande que el padre.
Déjese cuidar por la memoria.
RH
Gracias por el artículo. Elocuente. Son como una epidemia incontenible, todo lo depredan, incluso la memoria y la dignidad.
ResponderEliminarGracias a usted por comentarlo
ResponderEliminarUn abrazo