Un tipo que , refiriéndose a su "ex" -socio español, dijera que si él necesitaba la plata, no iba a andar preguntando por el origen de la misma.
Un grupo mediático-financiero que lleva años, disimulado en una jerga escandalosa, fomentando la fuga de capitales al punto de, una y otra vez, aconsejar qué hacer con el dinero fugado.
Estos, junto con unas marionetas, presentan un montaje esperpéntico/grotesco digno de ser representado en algún rincón enrejado de Parque Centenario.
Nunca estos representantes de la corrupción que asoló a este país y arruinó generaciones enteras, hablaron de sí mismos con tanta claridad como lo hacen en esta ocasión.
Mientras tanto, en un suburbio de la ciudad, acontecía un evento positivo, propositivo, nutriente.
En él, alguien que amo, llevaba a cabo a su trabajo bebé en ristre.
Se encontró con alguien que dirigía una instancia que presentaba sus quehaceres en el evento.
"Fue mi compañero de facultad", contó. "Me dio un poco de vergüenza, estar ahí amamantando al bebé".
Alegráte, le dijimos. Por fin, después de 40 años, las personas formadas y normales, mujeres que amamantan, ella y sus brillantes compañeros de facultad, van ocupando los puestos de responsabilidad. Por fin se está terminando esta generación corrupta que lo ocupó todo.
Cada vez que sintamos que la toxicidad nos sobrepasa, pensemos en esta generación como nuestro cable a tierra, nuestro tubo de oxígeno.
Esa "Cámpora" de la que hablan tanto, que odian tanto, que no es tal, no es la Cámpora; son esos jóvenes, ultraformados, ultracapaces, ultrahonestos.
Ultranormales.
Estos individuos infames seguirán ventilando su propia corrupción tratando de ahogarnos a todos en ella. Van cada vez más lejos.
Como dijo Clemente, respecto a Bartolo y su contertulio el Taita:
"Un día se van a caer de un bolazo y se van a matar".
Un grupo mediático-financiero que lleva años, disimulado en una jerga escandalosa, fomentando la fuga de capitales al punto de, una y otra vez, aconsejar qué hacer con el dinero fugado.
Estos, junto con unas marionetas, presentan un montaje esperpéntico/grotesco digno de ser representado en algún rincón enrejado de Parque Centenario.
Nunca estos representantes de la corrupción que asoló a este país y arruinó generaciones enteras, hablaron de sí mismos con tanta claridad como lo hacen en esta ocasión.
Mientras tanto, en un suburbio de la ciudad, acontecía un evento positivo, propositivo, nutriente.
En él, alguien que amo, llevaba a cabo a su trabajo bebé en ristre.
Se encontró con alguien que dirigía una instancia que presentaba sus quehaceres en el evento.
"Fue mi compañero de facultad", contó. "Me dio un poco de vergüenza, estar ahí amamantando al bebé".
Alegráte, le dijimos. Por fin, después de 40 años, las personas formadas y normales, mujeres que amamantan, ella y sus brillantes compañeros de facultad, van ocupando los puestos de responsabilidad. Por fin se está terminando esta generación corrupta que lo ocupó todo.
Cada vez que sintamos que la toxicidad nos sobrepasa, pensemos en esta generación como nuestro cable a tierra, nuestro tubo de oxígeno.
Esa "Cámpora" de la que hablan tanto, que odian tanto, que no es tal, no es la Cámpora; son esos jóvenes, ultraformados, ultracapaces, ultrahonestos.
Ultranormales.
Estos individuos infames seguirán ventilando su propia corrupción tratando de ahogarnos a todos en ella. Van cada vez más lejos.
Como dijo Clemente, respecto a Bartolo y su contertulio el Taita:
"Un día se van a caer de un bolazo y se van a matar".
RH
No hay comentarios:
Publicar un comentario