sábado, 9 de marzo de 2013

La impunidad para calumniar y difamar



Trato de entender y no puedo

¿De qué hechos "delictivos" se acusa (se acusa, está vivísimo, más aún para los malos) a Chávez?

Lo digo de otra manera. Lo de Chávez es tan guarango, tan flagrante, que diría que estoy en desacuerdo con Maduro, cuando dijo que "nunca hubo un presidente tan calumniado...".

Ni eso.

Los malos actuales son tan berretas, tan descarnados, que ni calumnian.

Calumniar necesita inventarse un hecho, decir que el calumniado hizo tal o cual cosa.

Lo que hacen con Chávez es difamar.

Y ahí sí, Chávez goza de una "mala fama" insuperable. El 99% de los que lo difama dice que es un dictador sin más, sin nada que lo sustente. La mayoría de esos ni sabe que Chávez intentó dar un golpe en el 92. Dicen que no hay libertad, cuando cualquiera puede decir cualquier cosa. Han conseguido que observadores extranjeros fueran a verificar una y otra vez las elecciones, comprobando en todos los casos que las campañas fueron limpias, y los actos electorales limpísimos. Pero cuando los extranjeros son cubanos médicos y maestros, ahí es la muerte. No se sabe por qué, pero es la muerte.

Acá se calumnia, y mucho. Sin menoscabo de la difamación, que también es "un éxito"

Es muy sencillo: la difamación y la calumnia existen porque los medios las habilitan, las crean, las motorizan.

Y los poderes judiciales respectivos miran para otro lado.

Hace un rato una imbécil- no me voy a reprimir- escribió un comentario aparentemente civilizado diciendo "me molesta el enriquecimiento ilícito de los Kirchner". Así, sin más, pone eso por escrito sin ninguna prueba, ningún sustento. Nada. No hace ni siquiera el esfuerzo de explicar a qué se refiere. El sobreentendido instalado juega tan fuerte, que cualquier tarada puede difamar sin más. Me gustaría saber si pondría eso mismo por escrito de un vecino, de un familiar. Así, sin explicar, sin decir nada. Como esas, miles.

Sostengo que una de las más dramáticas herencias de la dictadura y de la subsiguiente impunidad de 20 años fue el mensaje terrible a toda una sociedad:

En este rincón del mundo, existe la posibilidad de que hagas cosas terribles y salgas impune.

Ése fue el mensaje, y eso lo explica casi todo.

Está lo más evidente, los "procesos" sin fin a Macri por espionaje, a Clarín por una lista interminable, los 60 millones desaparecidos por Aguad hace 10 años. Lo de la AMIA. Lo de la represión del 2001. Lo de las coimas del Senado. Menem condenado ahora, casi 20 años de impunidad.

Y está esto, de lo que hablo. Tan naturalizado, que ni parece punible.

Cualquiera puede decir cualquier cosa, porque se le enseñó que en el fondo NO TE VA A PASAR NADA.

Eso es lo que transmitió la impunidad de los crímenes de la dictadura. "Da todo lo mismo", mamaron esos, que dicen cualquiera sin ningún temor.

Es hora de cortarla. Por lo menos, empezar a llamar la atención. Pedir cuentas, pedir explicaciones. Hay personas, quizás la mayoría, los "manipulados", "mediatizados", que ni saben que están difamando, que se montan simplemente en el sobreentendio y como nunca nadie les dijo nada, allá van, repitiendo papagayamente lo que los malos de verdad les ponen en la boca. No hay que dejarlo pasar más. Tratar de hacer pensar, que esas personas PIENSEN en lo que están diciendo, que ponerlo en palabra y ponerlo por escrito no es gratis.

Ha habido guerras por esas cosas, muertes, sufrimiento.

Decir: "Sustentá lo que estás diciendo, o calláte. Difamar, calumniar no forma parte de la libertad de expresión. Son delitos que, no porque la administración de justicia no mueva un dedo para castigarlos, son menos delitos. Pensá, pensá que estás hiriendo a los que difamás y a todos los que no concuerdan con vos."

¿Pido mucho? No, no pido nada. No es tan complicado. Implica pasar a otro plano, salirse de le enfermedad para, por lo menos, centrarse uno. Salir de la contaminación.

Y ver qué es lo que hay detrás, qué intereses, qué individuos. Y agarrar a quienes tienen la obligación de juzgar esos delitos y obligarlos, sencillamente, a cumplir con su deber de cuidarnos de la impunidad.

RH

5 comentarios:

  1. Así es. Una forma de luchar contra esa impunidad es la que proponés y que muchos ponemos en práctica, no hay que dejar pasar nada. Que se acostumbren que no todo el mundo opina como ellos. Les molesta que no se opine como ellos porque creen que lo que dicen es de "sentido común". Bueno, no es el único.

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  2. Es muy jodido tratar de encontrar explicaciones cuando algunos obran de mala fe. Y mucho peor si es con una re-jodida mala fe. Para colmo, los que aborrecen la dignificación de los sectores más humildes por medio de su inclusión plena en la sociedad, son al mismo tiempo los difusores del odio y la mentira a través de sus parlantes gráficos, radiofónicos y televisivos.
    De allí que sea tan imprescindible la plena vigencia de la Ley de Medios Audiovisuales.
    Ya hace rato que a veces comento en algunos blogs que en la vereda de enfrente están Drácula, Frankenstein y el Hombre Lobo vomitando mierda.
    Es preferible ubicarse en esta vereda, no te parece?
    Por otra parte, pensá en los héroes populares amados, respetados y llorados por sus pueblos entre los cuales se encuentran Hugo y Néstor junto con Evita, Perón, el Che, Salvador Allende, Getulio Vargas y algunos pocos más.

    ¿Podrías nombrar alguno de la "vereda de enfrente"?

    Abrazo

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  3. De acuerdo, compañero. No hay que dejarles pasar el sentido común que les han construido durante años. Es increíble cómo boquean públicamente en cualquier ámbito como suponiendo que todos pensamos como ellos.
    Hay que tener voluntad porque de esos casos te encontrás tres o cuatro por día. En la cola del almacén, en el taxi, en el banco, en el gimnasio...

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  4. Real malicia
    Por Horacio Verbitsky
    Clarín informó por fin sobre el beneplácito de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) por la despenalización de los delitos de calumnias e injurias en asuntos de interés público. La nota dice que la ley enviada al Congreso por CFK y aprobada por unanimidad del Senado substituyó por multa la pena de prisión. Agrega que se despenalizaron esas figuras “por parte de la prensa” y que “para llevar adelante procesos penales contra periodistas, los funcionarios o políticos deberán probar que los miembros de la prensa actuaron con real malicia”. Para información de los mortales que no tienen por qué conocer cada ley:

    1. NINGUN CIUDADANO podrá ser perseguido por lo que diga del gobierno, no sólo los periodistas.

    2. La multa sólo rige en casos SIN interés público, no importa quienes sean el ofensor y el ofendido.

    3. Ningún artículo de la ley menciona la real malicia, una norma establecida por la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en 1964, según la cual el ofendido debe probar que lo afirmado sobre él es falso y que fue dicho a sabiendas de su falsedad o con temerario desinterés por la verdad.

    4. La ley argentina es más generosa: si hay interés público no corresponde pena ni multa, con independencia de la veracidad de la afirmación y del propósito de quien la difundió.

    Carece de cualquier relevancia determinar si la información inexacta difundida sobre la ley obedece a mera ignorancia o puede atribuirse a real malicia.

    O sea que si quiero decir que la presidenta es una chorra, lo puedo decir tranquilamente. ¿ Estamos ?

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  5. No, no estamos. Porque escribir esto anónimamente, confirma lo que sostengo en otros textos: si eso dice la ley, hay que cambiar la ley. Y me importa un comino "estar".

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