Ahora, lo grave es que The Economist ya no va a publicar las cifras del Indec. Un paso más hacia el infierno.
Los motivos, en esta nota del accionista mayoritario número 1 de Papel Prensa:
“No me mientas, Argentina”. Así encabeza la prestigiosa revista inglesa The Economist , lectura obligada en el mundo de la economía y los negocios internacionales una durísima nota con la que le explica a sus lectores por qué, a partir de ahora, dejará de publicar estadísticas oficiales sobre el país . “Estamos cansados de ser parte involuntaria de lo que parece ser un intento deliberado de engañar a los votantes y estafar a los inversores”, explica.
“Imaginemos un mundo sin estadísticas. Los gobiernos tropezarían en la oscuridad, los inversores perderían dinero y a los votantes les costaría mucho pedir cuentas a sus autoridades políticas”, cree en la revista y aclaran que, aunque no pueden estar seguros de que todas las cifras que publican sean confiables, en general, los especialistas oficiales en estadísticas actúan de buena fe. “Solo hay una excepción. Desde 2007, el gobierno de Argentina publica cifras de inflación en las que prácticamente nadie cree ”.
The Economist da cuenta de que los consultores privados y las oficinas de estadísticas provinciales duplican las cifras oficiales de inflación. “Lo que parece haber comenzado como un deseo de evitar noticias adversas en un país que tiene antecedentes de hiperinflación, ha derivado en el envilecimiento del INDEC , que alguna vez fue una de las mejores oficinas de estadísticas de América Latina”, reconoce la publicación, que da como ejemplo de la falta de independencia los despidos de los técnicos y la contratación de empleados “cristinistas”. A eso le suma “lo que constituye un extraordinario abuso de poder ”: la persecución de los economistas, que tuvieron que dejar de publicar sus estimaciones. También destaca el perjuicio que la manipulación de datos generó a quienes tienen bonos vinculados a la inflación.
En la revista no ven que el país tenga intenciones de volver a las estadísticas creíbles: “El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que dirigió el asalto contra el INDEC, sigue siendo uno de los asesores más cercanos a la presidenta”, observa. También destaca que las recomendaciones del FMI, para quien Argentina no tiene cifras confiables, fueron ignoradas .
Así, para calcular los precios del país, The Economist usará los datos de PriceStats, firma especializada en inflación que produce cifras para 19 países que son publicadas por State Street, un banco de inversión. “Temíamos que, de optar por alguna de las oficinas provinciales, ésta pudiera ser objeto de presiones”, dice. De hecho, la revista publica el índice Big Mac con los valores de todos los países y en la Argentina el gobierno presionó a McDonald’s para que bajara esa hamburguesa. PriceStats está en EE.UU. y, aunque “Argentina dirá que mide el consumo de ricos y no el de pobres, que no compran online”, sus cifras coinciden con estadísticas oficiales como las de Brasil o Venezuela, justificó.
A ver: qué extraemos de lo leído.
La nota es un compendio de todos los lugares comunes habituales en las notas de los dos accionistas mayoritarios de Papel Prensa: estadísticas en las que "nadie cree", persecución a los pobres consultores privados y a los pobres institutos provinciales.... Ninguna mención a que las consultoras privadas en ningún caso pudieron demostrar que hicieran índices mínimamente fiables, ninguna mención a que los índices provinciales muestran enormes diferencias entre sí. Da lo mismo, en realidad todo lo que digan da lo mismo, de lo que acusen al Indec o a cualquiera se lo tendrán que aplicar ellos mismos, de tantas cosas erróneas que han publicado desde su creación. Porque ellos están en otra cosa...
Bueno, la cuestión es que no publican ningún índice de acá, porque pobres, las presiones... y entonces...
Así, para calcular los precios del país, The Economist usará los datos de PriceStats, firma especializada en inflación que produce cifras para 19 países que son publicadas por State Street, un banco de inversión.
Pero el banco de inversión se convierte en una nota al pie posterior del Economist...
CORRECTION: This article originally described State Street as an "investment bank". A "financial services firm" is a more accurate description of what it does. This was changed on February 24th.
O sea, pasa de banco de inversión a empresa de servicios financieros, mmm osea, en realidad ni siquiera sabían a priori de ese "banco de inversión" ¿Por qué? ¿No será que alguien les dijo "ésta es la posta"? ¿Y quién...?
Bueno, pero suena bárbaro, Pricestats, de State Street. Pero... quién hace este índice:
Roberto Rigobon is the Society of Sloan Fellows Professor of Applied Economics at the Sloan School of Management, MIT, a research associate of the National Bureau of Economic Research, a member of the Shadow Committee for Financial Regulation in Latin America, and a visiting professor at IESA. Together with MIT Professor Alberto Cavallo, he founded PriceStats in 2011, with a mission to become the leading source of daily inflation statistics around the world.
¡O sea, el índice lo hace el hijo de Cavallo! Tanta palabrería, tantas impertinencias y acusaciones sin sustento...para llegar a eso! Viendo el origen del asunto, convenientemente ocultado por Clarín, ahora se entiende la frase suelta, que también está en la versión original del Economist:
También destaca el perjuicio que la manipulación de datos generó a quienes tienen bonos vinculados a la inflación.
Es de lo único en realidad de lo que quieren hablar. Y de sostener por supuesto también la rueda de las ganancias extraordinarias en marcha, como nos cuenta en esta magnífica nota , Roberto Navarro. "Los responsables de la inflación" .
Siempre hay igual una joint venture entre las empresas y los propios accionistas mayoritarios de Papel Prensa: las empresas acumulan ganancias extraordinarias y la inflación desestabiliza al Gobierno, como volteó a tantos otros gobiernos. Todos -ellos-salen ganando.
Vale la pena -los que sepan algo de inglés- ver la presentación de PriceStats enmascarada en una nota sobre inflación en Latinoamérica en State Street, como todo gira alrdedor de "proteger el portfolio de los inversores de la inflación". Es para lo único que se usan los índices de inflación. Lo diremos una vez más: a las personas no les afecta el índice de inflación, le afectan los precios de las cosas. Hay un abismo entre una cosa y otra. toda esta discusión es sobre el índice, y es sobre las ganancias de los inversores. Nada más.
Ahora, no me digan que no se merecen el título que hace tiempo ya les atribuímos:
RH
¿Los "psychonomist" son los "economistas psicópatas"?
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