viernes, 24 de febrero de 2012

Julio Blanck se delata y con ello escracha a todo Clarín

Nunca el que obedece ciegamente termina
siendo demasiado diferente al que lo manda

Julio Blanck, hoy

Al fondo, el relato de los incidentes en Once, tan terribles en su inoportunidad, tan poco espontáneos, tan rellenos del palabrerío de los terroristas de la palabra que describen a esos individuos prendiendo fuego a las papeleras como personas que desde hace años que protestan, y que bueno, esto más o menos tenía que terminar así.

Entonces, leemos el desgraciado editorial de Julio Blanck, en el cual le cuesta muchísimo disimular su gozo, y en el que, ya desde el título delata sus propias intenciones:


Y entonces, viene inmediatamente a la cabeza que Julio Blanck es el autor de la célebre tapa de Clarín del 2002, respecto del asesinato de Kosteki y Santillán::


Pinchando el titular se va al reportaje en donde Julio Blanck miente respecto de que no sabían nada de que la policía era autora de los asesinatos; sus propios colegas de Clarín lo supieron desde el primer momento. Alguien con algo de vergüenza tendría que haber salido de la escena, eso que pide tanto a los demás. Pero no, ahí siguió, y desde el conflicto de la 125 se pasó escribiendo editoriales en los cuales primero difusamente, y luego ya explícitamente daba rienda suelta a sus fantasías destituyentes, enmascarándolas, al igual que su par Van der Kooy, en invocaciones al "inevitable fin del kirchnerismo"

La estrategia de terror de Clarín estaba vigente en ese entonces como hoy, como durante la dictadura. No hay nada casual; lo que está pasando ahora es provocado, justamente por reiteración del discurso deslegitimador, cercano al fascismo que destila el discurso de Blanck y de todo Clarín en general. El de verdad, no esa ridiculez continua que denuncian Lanata, Caparrós y Sarlo, aficionados en este juego que los de Clarín juegan como nadie. Porque el discurso que desemboca en el fascismo es el que presenta a todo como sospechoso, como falso, relatando lo ocurrido como inevitable, como que tenía que pasar, y que, pase lo que pase, ellos se van a encargar que quede bien claro quién es el verdadero culpable.

Pero resulta que Julio Blanck, el que escribió "La crisis causó 2 nuevas muertes", y que después de eso tendría que haber renunciado y haberse dedicado a otra cosa, en esta frase con la que pretende inculpar a Cristina, se delata a sí mismo y prácticamente a todos sus colegas.


A tu salud, Blanck. Gracias por decirlo.

RH

2 comentarios:

  1. Hay que vivir esta época, amigo. Con este manijazo de 24 horas que nos propina esta gente.

    ResponderEliminar
  2. Acto fallido el de Julio Blank, que lo pinta tal cual es, un cipayo del poder mediático, ejemplo de cinismo e hipocresía.

    ResponderEliminar