Es cierto que te votamos.
Tan cierto como que (sólo) te votamos porque ibas junto a la compañera.
Tan cierto como que tendrías que reconocer, como lo hizo el
miserable matador en su momento, que si decía que iba a (des)hacer lo que iba a (des)hacer, no lo votaba nadie.
Confesá.
¡Y renunciá YAAAAAAA!!!!
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