jueves, 31 de julio de 2014

UNA HISTORIA DE BUITRES

Resulta que en los Cayos de Florida había hacia mediados del siglo XIX una "industria del salvamento", esto es, aprovechándose del "hueco legal" de la ley del mar, que vendría a decir que quien rescata un barco hundido es dueño de su carga (en todo o en parte, según el lugar y la versión), aprovechando el hecho de que por los huracanes se daban muchos naufragios cerca de la costa, había personas que se dedicaban a rescatar a esos barcos para apropiarse de su carga, que a su vez estaba garantizada por la aseguradora, la Lloyd de Londres normalmente -que ahí sigue, insumergible-. Algo así como cartoneros de alto riesgo? Puede ser. Recicladores en cualquier caso.

Sobre esto versaba la película Reap the Wild Wind, de Cecil B de Mille de 1942, con la actuación de Paulette Godard, John Wayne, Ray Milland y Susan Hayward, y que tiene la rareza de que John Wayne es medio malo, y que...¡muere antes del final de la película!

Cuestión es que lo que pasa en la película es que los Claiborne son una familia que desde generaciones se dedican al salvamento de barcos. Se topan con el naufragio de uno comandado por John Wayne. Hay distintos avatares, pero lo que sale a la luz es que hay muchos casos en los cuales los hundimientos son ADREDE, en sociedad con esos "salvadores".

Esto es conocido en ese entonces, de dominio público, tanto que Josef Conrad, marinero polaco hasta los 20 años y uno de los mayores escritores ingleses después, cuenta en una de sus obras - La ultima carta, pequeña joyita poco conocida- el caso de un capitán, sospechado en este caso infundadamente de pretender hundir su barco en las cercanías de Singapur, para lo mismo, beneficiarse de la carga. Por cierto, lo curioso de este caso es que el capitán había perdido todos sus ahorros por la quiebra de una empresa en Australia, de la cual tenía acciones... (1905!).

Cuestión es que... CONNIVENCIA ENTRE QUIÉN HUNDÍA EL BARCO Y QUIEN SE QUEDABA CON LOS DESPOJOS.

O sea, unos tipos hunden un país y otros, sus "asociados" se lo reparten.

Después los eximen de pagar impuestos en parques tecnológicos, o les ofrecen "comprarles patrióticamente" los despojos, o sea, los bonos defaulteados.

LA GRAN IRONÍA DEL DESTINO DE ESTA HISTORIA.

El barco que hunde John Wayne, hacia el final de la película se llama...

LA CRUZ DEL SUR.

No me diga que no lo impresiona. Sobre todo teniendo en cuenta que eso ocurre frente a los cayos de Florida. Frente a Miami, someno.

El trailer de la peli: https://www.youtube.com/watch?v=T5bWkTDf48A

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