sábado, 26 de julio de 2014
SIGA SIGA EL BAILDE DEL MEGACANJE: "LA GENEROSIDAD DE DANIEL MARX" CON LOS BANCOS QUE LLEVAN A LA SITUACIÓN ACTUAL Y UNA AUDITORÍA QUE NUNCA TERMINÓ
(seguimos en el 7-6-2001)
Transcribo (continúa lo que está en la imagen) (de http://www.pagina12.com.ar/2001/01-06/01-06-07/pag15.htm)
"Lo que el operador sintetizaba era lo siguiente:
Las ofertas que los bancos realizaron al Gobierno constaron de una lista con los valores reales que estaban dispuestos a pagar por cada lámina de 100 de valor nominal. Por ejemplo, 65 dólares por cada 100.
Al lado de dicho valor se consignaron la cantidad de bonos que, a ese precio, estaban dispuestos a canjear. Por ejemplo, 50 millones.
A medida que ese precio, los 65 por cada 100, sube, aumenta también la cantidad ofertada. Por ejemplo, si el precio es 66, se ofrecerán 100 millones, si es 68,5 se ofrecerán 500 millones.
Con la suma de estas ofertas el Gobierno –es decir el responsable de la Secretaría de Finanzas– sobre la base de una “evaluación técnica”, decide un “precio de corte” y la cantidad de la oferta que tomará. Si se supone que tal precio de corte es 68,5 se deciden tomar 800 millones. Lo habitual es que, hasta cubrir esa cantidad, primero se agoten las ofertas de menor precio, es decir 50 millones a 65, más 100 a 66, etc. Así hasta cubrir el total.
En el megacanje no se procedió de este modo, directamente se tomaron todos los bonos al precio de corte. Una decisión que, a juicio de los analistas, no tiene justificativo técnico.
La magnitud de los montos operados determinó que este costo extra arroje resultados millonarios: los especialistas consultados por Página/12 estimaron sobreprecios de 27 millones por el canje de los Brady Par y 10 millones más por los Brady Discount. Y estos, aunque los más escandalosos, son sólo dos de los 45 títulos rescatados.
Las “desprolijidades” de la operación, que ya dispararon la acción de distintas auditorías que preocupan a los colaboradores de Marx, quedan graficadas por algunas anécdotas comentadas por los brokers. A algunos llamó la atención que una operadora del Credit Suisse First Boston, el banco del amigo americano de Domingo Cavallo, siguiera de cerca durante la negociación al secretario Daniel Marx insistiéndole para que suba el precio de corte de determinados bonos.
Otro dato que llamó la atención durante las conversaciones fue el rol jugado por los técnicos de la Secretaría de Finanzas. A diferencia de otras negociaciones, Marx prefirió hacerlos participar de las encuentroscon los bancos en los que se acordaron los precios mínimos y los de los bonos nuevos. Siempre de acuerdo a las fuentes consultadas, frente a cada requisitoria del jefe, los empleados de Marx evitaron las definiciones. Sin embargo, a pesar de este silencio, todo parece haber estado armado para que los bancos no pierdan plata.
Así, los precios de corte determinaron que la mayor parte de quienes se adhirieron al canje se hayan anotado en el “tramo no competitivo”, es decir como tomadores de los precios dados por el gobierno, y también que de los 32 mil millones ofertados se hayan tomado casi 29.500 millones, es decir, prácticamente la totalidad. El argumento, en este punto fue que así se recuperaba una mayor cantidad de los bonos del tesoro estadounidense utilizados como garantía de emisión (con vencimiento en el 2023 y que se cotizan a 28 dólares por cada 100).
Cuando el pasado domingo el ministro Cavallo anunció los resultados del megacanje –pergeñado con el inestimable aporte de David Mulford e instrumentado por el viceministro Daniel Marx– recurrió a la contundencia que lo caracteriza: “Los volúmenes de ofertas que hemos recibido son absolutamente impresionantes, y esto es producto de que la Argentina consiguió inspirar confianza”, afirmó. “Es una operación récord mundial de todos los tiempos”,
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