Acaba, nuestro gobierno, de firmar acuerdos con empresas en el CIADI después de diez años de litigio. Juicios a los que nunca se debió haber llegado porque se trata de temas que nunca se debieron haber regalado.
Pero se regalaron, y los representantes del Estado en ese momento FIRMARON.
Este gobierno la hizo de chicle para tratar de que los ciudadanos no lo pagaran, porque sino, nunca se hubiera llegado a esas circunstancias de juicio, 10 años, etc.
Pero al final hay que pagar, menos sí, pero hay que pagar, porque otro regalaron Y FIRMARON.
Los ferrocarriles también se regalaron, sin ninguna condición, sin ninguna obligación. Y SE FIRMÓ. Y se fueron desarmando, desguazando, y los favorecidos se limitaron a aprovechar esos trenes, agonizantes, trenes fantasmas para seguir sacando a través suyo las últimas gotas de sangre a un pueblo que agonizaba en los coherentemente fantasmagóricos territorios y sociedades destruidas por ese mismo Estado que se suicidaba, dirigido a su fin por sus depredadores.
Esos trenes fueron abandonados desde que "achicar al Estado es agrandar la Nación", ocultando el hecho inocultable que la Nación agrandada era otra, en otro hemisferio, con otra lengua y otros tiranos, y con ese abandono sus sus técnicos y sus obreros y sus peones fueron languideciendo, jubilándose, muriendo, y fueron reemplazados por escalafones bajos de la mafia favorecida, sin ninguna obligación más que cobrar a las pasajeras víctimas de cada día.
Que eso ocurriera ESTABA FIRMADO, y, sigue firmado.
Resulta facilísimo decir que habría que haber expropiado antes los trenes. Facilísimo. Y lo terrible, lo monstruoso, es que los mismos que lo dicen son quienes se mesan los cabellos cada vez que se mira un poco torcido a cualquier miembro de alguna de esas mafias.
Señor al que apelo, más grande que yo, más potente que yo, más solvente que yo, alguien más convincente que yo que lo explique, y se lo lean, y lo entiendan, que cuando se entregó el país, los favorecidos, que están acostumbrados a tener la vaca atada porque tienen muchísimos abogados que aseguran que los nudos que las atan sean indesatables firmaron e hicieron firmar muchísimos papeles que decían que antes se produciría un nuevo Big Bang que devolver lo que se les había regalado. Que había montones de abogados constitucionalistas con despacho en los estudios de TN que demostrarían que, detrás del párrafo xx de artículo zz la Constitución Argentina, se escondía la sentencia que garantizaba que lo que se regala no se devuelve. Y que, aunque se demostrara que todos "los que regalaron" estaban, están y estarán a sueldo de "los regalados", todo eso ya prescribió porque así te lo hará saber cualquier Juez Independiente De La República.
Y -opino- que desde la perspectiva de quienes heroicamente se hicieron cargo de tratar de levantar a este país aplastado, de despegarlo del subsuelo al que lo condenaron los firmantes de tanto expolio, primero estaba en llenar esos trenes de personas que fueran a trabajar y no a pedir, no a robar, no a participar del trueque, no a rezar, no a piquetear. Que fueran a laburar. Los trenes aún se movían. Ya llegaría el momento, como el de tantas cosas.
A ver, señor al que apelo, más grande que yo, más potente que yo, más solvente que yo, más convincente que yo, recuérdele a sus lectores lo que pasa cada vez que este gobierno fue un poco imprudente con personas, grupos de poder que tuvieran la capacidad de parar el país.
Recuérdeles la 125.
Dígales que había montones de razones para que la 125 entrara en vigor, y más razones hoy para que un sistema semejante impere.
Explíqueles a todas esas personas que gracias a eso el Estado no pudo afirmar su poder organizativo, regulador, y que gracias a eso tuvo que retraerse, y que gracias a eso "el campo" hizo lo que se le cantó, trianguló, plantó soja por todos lados y exportó trigo de contrabando para fugar los dólares obtenidos, cientos, tal vez miles de millones, y el que quedó se fue por las nubes y esa harina y ese pan se fueron por las nubes y son esa inflación que resulta ser que es culpa de Moreno, ... el diablo, el demonio... de la 125.
Y eso es aplicable a lo que pasa con los fondos buitres. Con el petróleo.
Señor que etcetcetc, que entiendan que todo es producto de lo mismo. Que el hecho de que hayan pasado 10 años no cambia el pasado anterior. Que los escombros de todo lo destruido minuciosamente durante décadas siguen debajo de nuestros pies, siguen entre nosotros, que nosotros mismos somos en cierta medida escombros, que este ya no es el territorio virgen y soñado de frutos y mieles sino uno repleto de obstáculos de alambres de púas que se tienen ir cortando uno a uno, conteniendo la respiración para que no se disparen esas ametralladoras automáticas que tan gentilmente nos dejaron.
Que hay que ir agarrando los escombro e ir acomodándolos, rellenando terrenos, y a veces uno se equivoca porque si el terreno tiene napas debajo el yeso inevitablemente atrae la humedad hacia arriba y cada tanto entonces hay que volver a empezar, pero hay que seguir y seguir y seguir y cada tanto retroceder. Pero hágales entender que tendrán que pasar muchos, muchos años hasta que esos escombros se hayan desmenuzado por completo y hayan vuelto a formar parte de la tierra original.
Tal vez no ocurra nunca.
Pero hágales entender que este Gobierno es el único que lo ha intentado desde el principio; y hágales entender que tanto ellos como el Gobierno forman parte de ese mismo escenario, esos mismos materiales.
Es más; que sepan que queda tanto por hacer que tal vez ninguno de nosotros lo vea.
Usted señor al que apelo, más grande que yo, más potente que yo, más solvente que yo, más convincente que yo, encuentre palabras mejores que las mías, más completas, que a la vez cicatricen y alienten a seguir, a exigir y a construir.
Y a soñar.Y que el sueño sea: cada vez mejor.
RH
Compañero, su dolor y su esperanza, que compartimos, lo convierte en ese señor al que apela.
ResponderEliminargracias compañero
EliminarMuy bueno, Rick.
ResponderEliminarAhí está, para quienes dicen que el kirchnerismo no respeta, ahí está la demostración del excesivo respeto por lo firmado, por los derechos adquiridos, por no enfangarse en Tribunales, como ocurre con la Ley de SCA.
Los que exigen respeto por todo, solucionarían esto profundizando la entrega.