QUIZÁS HAYA QUE ADMITIR QUE HAY COSAS QUE NO TIENEN ARREGLO

Y a partir de ahí, reflexionar cómo convivir con esas cosas.

O sea, hay personas a las que no les importa que tal o cual cosa sea verdad o mentira. Le importa es sólo que perjudique a tal o cual.

Eso está mal. Pero ES. Habrá que ver la manera de ponerse fuera del alcance de eso, QUE NO VA A CAMBIAR.

Y pensar, cómo lograr que, si esas personas pasan a detentar el poder en este país, no destruyan en su insanía lo que tanto cuesta construir.

Eso puede ocurrir, pronto. No sirve la idea de "resistiremos". A nivel práctico, uno resiste hasta que puede. Cuando ya no puede, no resiste más.

Hay que encontrar una manera de hacer que lo avanzado se transforme en derecho, derecho inalienable. En que, cuando estos insanos pierdan fuerza y vuelvan a ser lo testimoniales que fueron estos años, no tengamos que partir de cero, como en el 2003. Y un cero cimentado en 25 años de destrucción continuada.

No sé, hay que pensarlo. Quizás haya que retraerse, y permitir que durante un tiempo destruyan, y que, quienes ciegos los apoyaron, paguen algún precio por su insanía. Y al mismo tiempo amurallar, proteger a los inocentes. Hay que ser creativos, llevar las ideas al extremo. Un ejemplo irónico sería uno que se me ocurrió hace un rato, de una chica que me ofreció sus servicios como diseñadora gráfica repartiendo sus tarjetas, y que, naturalísimamente, esas tarjetas estuvieran en inglés, y que me desencadenó la siguiente propuesta, que es "¿porqué no se dejan de joder y adoptan el inglés como lengua principal? ¡Seguro que a partir de ese momento podríamos entendernos mejor!"

U otro, que decía que lo que había que hacer era trazar un círculo alrededor de la CABA, de 50 km de libre disponibilidad, independencia, dólares, lo que quisieran. Pero para salir de ahí, aduana, etc. Todo lo inherente a la independencia, lo bueno y lo malo. Pero esta es medio chicanera.

U otra, es imaginarse que un gigante muy grande muy grande muy grande agarró un día la alfombra gigante que todo menos usté saben que hay debajo de Francia y Alemania, la sacudió y páfate, se mezclaron todos los alemanes y franceses. Pero que no querían dejar de ser franceses o alemanes, y peor aún: nunca dejaron ni dejarían de odiar respectivamente a alemanes o franceses.

Ahora imaginemos que usté es el gigante y ve los resultados de su broma, y, como en el fondo usté es gigante pero bueno, lo quiere arreglar, porque le caen bien alemanes y franceses y no quiere verlos sufrir por su culpa que se le ocurrió sacudir la alfombra. Imaginemos que trata de ordenarlos de nuevo, franceses con franceses y alemanes con usté ya sabe. Y para hacer eso, vuelve a sacudir la alfombra. No va a andar ¿no? No va a andar. No. Y qué puede hacer. Y, no. Habrá que... yo que sé. Dejar de sacudir la alfombra. Así alemanes y franceses dejan de saltar y podrán ver dónde están. y verlos usté, No sé. Pero reglas claras ¿eh? Lo del de los 50 kms.

O hacer pagar las consecuencias de su lengualarguismo. Por ejemplo, aceptar ahora mismo el fallo a favor de los buitres, e imponer, redundantemente un impuesto extraordinario a la vida gorila para pagar esa deuda extra. "a usté, por gracioso, le tocan ahora mil dólares, en bluuuu, 9000 pesos, a pagar en dos cuotas, una hoy, y la próxima pasado mañana". Firmar deuda externa, a intereses altísimos, a pagar desde el 2015, a cargo del impuesto a las ganancias, principalmente a cargo de los habitantes de las ciudades, que gastan muchas más divisas por su mayor consumo de productos importados. ¡Esa es buenísima!

Mayores impuestos nacionales a los habitantes de las ciudades, más altos cuánto más cerca del Río de la Plata. El máximo adivine dónde, que es donde más energía, desgaste, salud, se consume del presupuesto de todos los argentinos.

O sea: hay que aceptar que "la gente" es como es. Y que "la gente" pague por ser como es. Todos tienen derecho de decir y pensar lo que quieran. Y nosotros no somos nadie como para impedirles que PAGUEN LAS CONSECUENCIAS por ser como son. Que hablen inglés. que lloren por los fondos buitres y por LAN, la empresa del pobre presidente de Chile que "hizo su plata trabajando", y por los pescadores kelpers. Y que planten su propia comida y produzcan su propia energía y generen sus propias divisas.

Habrá que pagar un precio, soy consciente. Pero a veces, siempre más bien, para seguir avanzando hay que retroceder un poco. Un paso atrás y dos adelante.

Yo qué sé.

RH