viernes, 18 de noviembre de 2011

El sistema

El domingo hay elecciones en España.

Veamos lo que dice Iñaki Gabilondo, una especie de Victor Hugo de aquellos lares, sin la faceta deportiva. El título ya lo dice todo. Por favor, véanlo


Y toda la campaña, hasta el último minuto, girando alrededor de la prima de riesgo. El riesgo país. Qué bárbaro. Cómo se puede haber generado a lo largo de los años una clase política tan pero tan mediocre que no fuera capaz de ver las experiencias de otros países. El nuestro sin ir más lejos.

Es que el truco ha sido siempre el mismo: vender la idea de que podías acceder al mundo de los fuertes. La idea de que para cada país hay un primer mundo como a medida. Y el sistema estudiando caso a caso para ver la falla de cada país, en qué idea de primer mundo engancharlos.

Y con el complemento en cada caso de qué tercer mundo aprovecharse y de qué cuarto mundo alejarse. Y en todos los casos la vía de la apropiación es siempre la misma: la usura.

El invento de la prima de riesgo, que es igual, digan lo que digan, que las prácticas usureras mafiosas. O sea, tengo dificultades para pagar, y en lugar de darme facilidades, me aumentás -y mucho- la deuda. La respuesta, entre personas civilizadas -bueno, no de esa civilización- sería "¡no te acabo de decir que no te puedo pagar 10?! ¿Cómo voy a hacer para pagarte 15?" Y vos sabés que yo no puedo pagar, pero tu objetivo era otro: quedarte con todo. "Ahora me perteneces" dice el mafioso en la película. Y ahora se me viene lo de las películas, y veo que el sistema también afinó por ese lado. En las películas más viejas, te decían eso ("me perteneces") y vos luchabas el resto de tu vida/película y al final, zafabas. Sin embargo, el sistema logró que se consideraran obras maestras aquellas que, como "El padrino" te (de)mostraban que era inútil luchar. Esas obras maestras (uau, maestra fue la primera que nos enseñó formal y socialmente!) nos muaestran eso, que todo es malo y que no tenemos más remedio que elegir dentro de todo eso que era real en la pantalla, que nos enseñó como obra maestra que era que en esos que nos mataron, que nos chantajearon, que establecieron la prima de riesgo, tenían valores (positivos, otro descubrimiento, el sobreentendido de valores es siempre positivo, nunca negativo), y, por tanto, el mal que nos depararan lo teníamos merecido. Qué impresión. porque esta es la señal repetida durante nuestra desgracia, y la que se derrama sobre los diversos países, lo que sea, lo tienen merecido. Una meritocracia fatalista, decidida por unos agentes que conocen la verdad (a la manera de Warren Sánchez, el corrupto predicador lutheristico) pero, por humildá, no la quieren decir.

Así que ahora en Grecia, en Italia, en España, van a gobernar los criados. Países atendidos por sus dueños.

¿España? Rajoy ganará... Y queda por saber que harán los que a lo largo de estos años han ido acumulando y quedándose con todo, informándole a los pueblos de España que les pertenecen.

Aquí paro. Seguimos en otro momento.

RH

3 comentarios:

  1. parece el cuento de nunca acabar o, pero, el de la buena pipa porque no te dan bola y la cosa es que vos siempre preguntes como esperando que te contesten. Y la respuesta es que vienen por todo. No se si nos durará, si podremos esta vez, pero estamos ensayando en estas tierras tan de tercer mundo otras respuestas y se me ocurre que otras preguntas. Como empezando por lo principal que era eso tan simple de que la gente tiene que ser feliz o tratar siempre. Y la organización social, económica, política debe ir con ese objetivo.

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  2. Las elites siempre deciden salvar el pellejo, aunque el costo lo pague la base de la pirámide.

    La última encuesta que leí le daba 15 puntos de ventaja al PP. Rubalcaba empezó a despegarse tarde, quizás porque ya hubo algún acuerdo entre las cúpulas de los partidos grandes.

    Además, lo escuchás a Rajoy ¡y no dice nada! Es voto castigo, en buena medida. Una lástima.

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  3. Los españoles, obligados a pagar el alto costo de ser europeos en tiempos del euro, eligieron al Opus Dei y a los Legionarios de Cristo encolumnados y encumbrados en el PP, para que vengan a exorcizar sus males como en los tiempos del generalísimo o los del Santo Oficio. Nadie mejor que Rajoy y el PP para hacerle expiar a los españoles el pecado de haber querido tener un estado moderno y europeo resignando su soberanía monetaria y financiera.
    En la hoguera del eurocapitalismo arderán las herejías del empleo, la seguridad social y los derechos igualitarios que, como media España sabe, son frutos del convenio entre la democracia y el demonio.
    El drama de la España europea, en el teatro de la Europa del euro es, como las obras de Eurípides, otra "tragedia griega".

    Comoda e impunemente sentados en la platea, el fantasma de Francisco Franco sonríe y el de Escrivá de Balaguer hace cálculos de beneficios y utilidades.

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