Milagro de 8 años

Estos días el zapping por Telecentro me trajo dos regalos: un canal llamado Construir Tv, que vaya saber si es de los arquitectos, de la UOCRA (Dios me libre) o de quien sabe que entente constructora, pero la verdá, una cosa muy rara eclectoconstructiva que abarca desde cursos de colocación de azulejos hasta programas sobre arquitectura, reportajes a gente del Gobierno implicada en el tema de la construcción, etc; pero, en general , a menos que me equivoque mucho, bastante reconfortante.

A esto se suma una canal que descubrí hoy, CXION, que resultó ser Conexión Educativa, aparentemente de la Universidad de la Plata, con programas de media hora que van desde la preparación de guiones para TV hasta las calidades del agua potable, cosas muy diversas y, en general, bastante entretenidas.

Entremedias pasé por Encuentro, y estaba Mentira la verdad, filosofía a martillazos, programa de filosofía de Dario Sztajnszrajber, y qué maravilla, otra más del Canal Encuentro. No puedo dejar de hacer notar que Sztajnszrajber significa escritor en piedra, lo cual resulta bastante coherente con filosofía a martillazos.

Y usted señora se preguntará de qué milagro hablo, y le digo (a usted también señor) que el milagro es que no se trata solo de plata (6%) destinada a la educación, sino también de los medios; los medios, los mensajes y las sensaciones, y a mí la sensación que me queda es que hay un país en marcha intentando educar a todos, que no hay un "como sí", que se usan todos los medios para realizarlo. Pienso en estas cosas y pienso en el contraste terrible con otra cosa que vi y me revolvió las tripas, que era un encuentro en el shopping Dot, un campeonato de juegos de celulares Nokia, con campeones, etc, que me produjo un impacto terrible, de adolescentes con la mirada fija en sus celulares casi babeando.
 

Son dos paises, dos mundo enfrentados, uno intentando despertar a todos a base de conocimiento, de sabiduria, de sentimiento comunitario, frente a otro que intenta anestesiar a los individuos desde la más temprana edad, hacerlos consumidores estúpidos y pasivos, productivos/improductivos casi enfermos y enfermantes.

Pienso que estas cosas son quizás las más decisivas-en cuanto a su impacto en el futuro- que se han puesto en juego en estos 8 años repletos de pequeños milagros, y me da un poco de miedo en pensar que podrían llegar a perderse.

Pero no va a ocurrir ¿no?

RH