HABLANDO DE PLATA: EJEMPLOS CERCANOS DEL TERCER TIPO

En casa nos gustan, como "comida rápida", los revueltos "a la española", esto es, una legumbre rehogada con trocitos de jamón, y, una vez que están rehogados, se incorporan los huevos y se revuelve en la sartén hasta que el huevo esté más o menos hecho, pero aún no tostado a la manera de una tortilla. Cuando es temporada, compro habas en cantidad -si están buenas, un cajón entero-, les quito la vaina, es decir, espadamente las desenvaino y las congelo, crudas, en raciones de 250 grs, que llegado el momento de su paso a la eternidad descongelo al vapor antes de dispersarlas en el aceitito donde previamente venía dorándose el jamón.

Pero como en todas partes se cuecen habas, éstas inevitablemente se acaban y entonces hay que buscar alternativas legumbremente hablando.

Y ahí es cuando, inevitablemente, aparecen las arvejas.

No crea que esto es un tema baladí; en un revuelto las arvejas son las protagonistas principales, por la sencilla razón de que si están duras o feas se nota muchísimo. Las arvejas, aunque usted no lo crea, son la estrella del revuelto de arvejas.

Después de algunas experiencias, en este hogar se llegó a la conclusión de que la mejor relación calidad precio en este asunto tan delicado la ofrecen las arvejas Inca, y ahí es cuando el asunto toma candente actualidad, porque todo lo que le conté antes en realidad conducía a que yo le voy a hablar de plata, pero como acá somos pocos pero nos conocemos bastante doy por hecho que alguien iba a preguntar qué iba a hacer con las arvejas y una cosa iba a traer a la otra; entonces se lo explico antes y asunto concluido, o casi, porque aprovecho para decirle que descubrí un lugar en el que venden las puntas del jamón a un precio razonabilísimo y de éstas se extraen los trocitos de jamón inevitables en el revuelto de arvejas con jamón.

Hablemos entonces de plata.

Resulta que voy al primer chino -por orden de visita en mi itinerario del día- y después una ardua investigación, concluyo que hay de todo Inca, menos arvejas. Reviso el resto de las arvejas, Campagnola, La Banda, Arcor... entre 6 y 10 pesos las de nuestra multinacional Arcor, y después las surrealistas "arvejas frescas" ¡en lata! a 16 pesos (las otras se supone que son secas remojadas). y finalmente decido que no, que seguiré buscando Inca y me voy al chino número 2 por orden de itinerario, pero antes tomo nota mental de que se acabó el aceto Menoyo, muy recomendable, y que aquí está a 17 pesos.

Cruzo al chino número 2, y me encuentro las arvejas Inca, a 5 pesos la lata, así que me agarro 4 (cuatro) latas y enfilo a la caja. Recuerdo el aceto, reviso entre la estantería indicada y no, no hay Menoyo. Sigo a la caja y recuerdo la falta de champú (sí, champú ¿qué pasa?), al abandonar el chino número uno lo había visto a 39, acá está a 34, champú en bolsa junto a las arvejas, pagar, volver al chino número uno, agarrar el Menoyo, pagar los 17 pesos correspondientes y seguir hacia casa.

Ya en casa, la súbita conciencia de que mi mujer me había implorado por "un pomelito", así que dejo las cosas en la cocina pero decido ir al chino número 3 en orden de itinerario, y es en sentido contrario a los dos primeros, saliendo de casa se entiende, más cerca, pero más lejos en nuestros corazones por-que-son-ca-re-rísimos. Pero ya era hora del cierre, así que cercanía mata billetera y allá fui. Recojo "el pomelín" en la heladera apropiada, voy hacia la caja, y en el pasillo que agarro...

Arvejas Inca: 4 pesos

Aceto Menoyo: 13 pesos

Los ca-re-rísimos.

Antes de que me diga nada, le digo que esto no es una bajada de línea, no le digo que tiene que caminar o no, es asunto suyo. Esto que conté tan morosamente en realidad fue cuestión de minutos, pero igual cada cual tiene sus preferencias y costumbres.

Pero llama la atención porque parecen valores pequeños, pero son porcentajes altísimos de diferencia, las arvejas, 20% menos, el aceto, casi 25% menos. Y esto en las pocas cosas que compré y miré. Eso en las respectivas cajas suma mucha, pero mucha diferencia, porque un precio un 25% más alto implica un margen de por ahi el doble, el doble de ganancia, y multiplicando por todos los productos...

Usted haga lo que quiera, pero creo igual que está bueno contestar a la dispersión de precios con la dispersión de compras y OSTENTARLA, entrar en los negocios con bolsas de la competencia chinamente hablando, verduramente hablando, carnemente hablando.

Que se note que ya no somos tan boludos, ni corderos que van mansamente al matadero.

Y ahora los dejo, me esperan las arvejas, el jamón, y el par de huevos que hay que tener para hacer un buen revuelto y dicen que todo lo demás.

RH