Lo que acá se llama "libertad de expresión", en otros países se llama "delitos contra el honor".
Eso que permite a tantos delincuentes decir cualquier mientras chocan trenes se producen saqueos y se corta la luz, en los países en serio te cuesta 60.000 euros, unos 80 mil dólares.
A razón de 30 delitos contra el honor diarios -me quedo cortísimo-, la jefa podría recaudar 2.400.000 dólares diarios de indemnizaciones. En un mes, 720 millones de dólares, en un año, 9000 millones de dólares.
Una tarada. Ella misma es la que mandó a despenalizar "delitos contra el honor". se ve que no tiene mucha visión para los negocios. Prefiere ensuciarse con eso de los hoteles, y encima, lo presenta en sus declaraciones juradas.
Si agregamos a esto todo lo que se dice de los demás, de Boudou para abajo, y de toda la mierda oficialista en general, puede concluirse que la deuda externa e interna son debidas, justamente, a la posibilidad de decir cualquier cosa llevándosela de arriba. Eso te permite destruir reputaciones, carreras políticas y profesionales a tu antojo, chocar trenes, fugar capitales, cortar la luz, mientras tus hooligans se ríen viendo a los precios explotar.
La impunidad.
¿No se tomó jurisprudencia extranjera para la ley de medios, para los Códigos, para la remismísima Constitución?
Tomemos jurisprudencia extranjera para eso del honor, y...
¡Chau deudas!
RH
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