ANIMALES VIVOS Y MUERTOS

El mayor consumo de carne vacuna per cápita del mundo.

Ah, me gusta jugosa, entre "a punto", y "saignante".

(que es sangrante)

Ese color rosita, sólo posible en estos lares en los cuales las vacas vivas pasean por los campos y entreveran las grasas entre la fibra. Poco o nada de estabulación, las vacas vivas y ajenas, ecos de manteca al techo, de un francés pretensioso e incorrecto, de un inglés artificioso y cheeky y discovery kids.

El petróleo viene, dicen, de grandes cuencas de restos de dinosaurios muertos en la gran catástrofe ambiental que liquidó de un saque a los bichos suprascritos, millones de años los transformaron en ese tigre que llena sus tanques.

En esa vaca muerta.

Y se cierra el círculo austral, en donde "miro este bife jugoso, tierno" al decir del traidor de matrix, y me apresto a cargar gas, o nafta, para seguir viaje en este viaje tan poco convencional.

Nadie sabe cómo ponerse, ni tampoco qué ponerse si vamos al caso, con esto del petróleo bovinamente difunto. "Un disparate" dicen algunos que van en avión y lancha y 4x4 a todos lados.

A mí la verdad es que no me suena peor vaca muerta que samsung galaxy y menos aún que angry birds, bestialmente hablando. Somos una especie bastante consciente de lo que hace, a pesar de hacerse la boluda de una manera muy eficiente. Pero desde que plagamos la tierra, de verdad verdadera, no hemos sido peores que lo que la naturaleza ha ido rompiendo y arreglando durante los eones anteriores. Siempre me viene a la cabeza el ejemplo de una polilla inglesa o galesa o escocesa, que en el apogeo de la revolución industrial mutó de blanca a negra, hartos sus genes de ser depredados por destacar tanto sobre el fondo de los árboles ennegrecidos por el carbón. Cuando el petróleo reemplazó al carbón y los árboles re-palidecieron, la polilla volvió al blanco, y asunto concluido.

O, cuando al final de la edad media la metalurgia creció y creció, los bosques alemanes llegaron prácticamente a desaparecer gracias al uso intensivo de leña para carbón vegetal. Cuando prácticamente el último árbol iba rumbo a la chimenea y el mundo se acababa como ayer hoy y mañana, alguien descubrió el carbón mineral como combustible metalero, y hoy los bosques y Alemania son casi una misma cosa en el imaginario humano, a pesar de que a veces raleen.

Esto por supuesto no significa ignorar todo lo que pasa, las animaladas, las monsanteadas, el sojanismo destructor. Pero dice el dicho inglés o galés o escocés que no se puede hacer tortilla sin romper huevos, no se curan tantas enfermedades sin haber hurgado bochornosamente en cadáveres durante siglos, no se avanza mucho sin, de vez en cuando, retroceder un poco para tomar carrera. Siempre pienso, respecto a estas personas que elegimos para liderarnos, que nada de todo lo bueno que han hecho les era necesario para su propia vida, para su propio beneficio. Así que lo hicieron para mejorar, con menor o mayor acierto, la vida de sus congéneres más que compatriotas, siendo que la suya estaba más que bien, sin tanta patraña republicarendtiana, mentirosa, cruel y asesina si me atengo a los bombardeos de las plazas y las dictaduras y los 2 miles unos que "contra la corrupción" nos regalaron.

Se trata, me parece de otra vaca muerta de la que podemos intentar -esta vez sí- vivir todos. Ser un poco más libres por ese camino bovinamente difunto, después ya habrá tiempo para poner todos los aerogeneradores y células solares que le juro señora, le juro señor, nos harán felices y nos darán agua caliente y todos los bifes a la plancha que querramos.

Y más.

RH