Cuando esto ocurrió -que nombraran a Cavallo profesor después de haber destruido nuestro país- uno cayó.
Claro, porque uno, erróneamente piensa que "el éxito" sería que a sus administrados les fuera bien. Pero no, para Harvard, el hecho de que hubiera arruinado al país y lo hubiera dejado en llamas había sido EL ÉXITO, una nación inerme a merced de los tiburones financieros del mundo, pronta a ser despedazada y repartidos sus despojos.
El gran experimento del darwinismo social.
La cosa es que justo llegó Néstor, y les arruinó el experimento.
Pero Harvard le reconoció el esfuerzo, como se ve en su contratación.
Ahora Harvard, más modestamente, se prestó a patio de experimentos de un patético remedo de "queremos preguntar".
Daba impresión ver a esos pibes, con la mirada vidriosa por la conciencia de estar preguntando por boca de ganso.
Y pensar que esos, querrán ser nuestros ministros de economía.
Y si eso sucede- no sucederá, no lo permitiremos amigos-, sus hijos terminarán escrachándolos en NY, como le ocurrió a Cavallo en ese momento.
Porque esa es otra ironía del destino: estos que preguntan una pregunta dictada sobre el cepo cambiario, lo hacen en Harvard.
El lugar que acogió con honores a quien le robara los dólares a toda la sociedad argentina.
RH
Ah pero entonces no era espontáneo lo de estos pibes?
ResponderEliminarPero si la cosa de moda es alabar la "espontaneidad" de la buena gente que sale indignada, incluso internacionalmente.
Que malos que somos, dudamos de todo y claro adoctrinados como estamos, somos la peste!