Ayer comentábamos con "alguien que me conoce muy bien a mí", que nunca, en toda nuestra vida, hubo tanta distancia entre cómo vivía "la gente", y su percepción de la realidad.
Que nunca, en nuestros 55 años, había estado tan bien las cosas para ellos, nunca les había ido tan bien en el trabajo, nunca tuvieron un poder adquisitivo tan alto, nunca pudieron consumir lo que se le diera la gana como lo hacen hoy, ni irse de vacaciones adonde quisieran y en aviones nuevos. Que nunca sus hijos tuvieron tantas alternativas para estudiar, con todos los recursos educativos posibles, y en pleno crecimiento, en recursos materiales y humanos.
Nunca sus hijos tuvieron un futuro tan promisorio.
Y sin embargo, por la calle ves muchas, muchas caras de pesadilla.
Iba a ilustrarlo con caras de culo, pero la verdad es que, si bien merecen en su ceguera y estupidez nuestra reprobación, hay culpables de eso. Ya lo sabemos, blblabla... pero pasa el tiempo y más se agrava, más patente se hace.
Más debería considerarse como un crimen, "amargarle la vida a la gente".
Porque la realidad es esa: millones de personas seguirán, hasta el final de sus días, transitando por la maldición de no disfrutar de nada de lo que la vida les da.
Todo por ser intoxicados diariamente por unos malvados que no se detienen ante nada.
Son imperdonables.
Que nunca, en nuestros 55 años, había estado tan bien las cosas para ellos, nunca les había ido tan bien en el trabajo, nunca tuvieron un poder adquisitivo tan alto, nunca pudieron consumir lo que se le diera la gana como lo hacen hoy, ni irse de vacaciones adonde quisieran y en aviones nuevos. Que nunca sus hijos tuvieron tantas alternativas para estudiar, con todos los recursos educativos posibles, y en pleno crecimiento, en recursos materiales y humanos.
Nunca sus hijos tuvieron un futuro tan promisorio.
Y sin embargo, por la calle ves muchas, muchas caras de pesadilla.
Iba a ilustrarlo con caras de culo, pero la verdad es que, si bien merecen en su ceguera y estupidez nuestra reprobación, hay culpables de eso. Ya lo sabemos, blblabla... pero pasa el tiempo y más se agrava, más patente se hace.
Más debería considerarse como un crimen, "amargarle la vida a la gente".
Porque la realidad es esa: millones de personas seguirán, hasta el final de sus días, transitando por la maldición de no disfrutar de nada de lo que la vida les da.
Todo por ser intoxicados diariamente por unos malvados que no se detienen ante nada.
Son imperdonables.
RH
Y bueno, muchos de esos se desayunan con Longobardi!!!
ResponderEliminarUn anarco capitalista que celebró cada una de las cosas que Menem destruía. Pero después se dicen "progres", porque ahora hay mucho "liberal progresista", especialmente en esta puta ciudad.
Y viste que ya Menem, gracias a la (absoluta ausencia de) justicia quedó impune de otra causa, por "prescripción". Para eso quieren la "independencia de la justicia". ¿O será indecencia?
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