Menem y Carrió: el grupo A es de clase Z

Cuando se cerró con derrota la votación de la 125, me llamó la atención que se soslayara el hecho de que, para que se llegara a la situación en la que Cobos tuviera que desempatar era porque -perdón por la perogrullada-se había empatado. Y se empató porque entre los votos en contra de la 125 estaba el de Menem, que valía lo mismo que el de Cobos; el de alguien que tendría que haber estado en la cárcel en ese y en este momento.

La voz de los que estaban con el campo era la voz de Menem. No los iba a defraudar.

Es oportuno recordar que lo primero que hizo De la Rúa (Aguad, Morales, Bullrich) cuando Menem salió (la UCR lo sacó) de la cárcel fue recibirlo. Como quedó dicho arriba , recibieron con honores a alguien que no tendría que haber pisado la calle nunca, por tantos motivos que enumerarlos llevaría hasta el 2015.

Los traidores son una especialidad panradical. Volviendo a perogrullar, si no fuera así -si los traidores no fueran su especialidad- el término panradical ni siquiera existiría.

Pero no tuvieron en cuenta que Menem los supera ampliamente en esa categoría: Menem es un traidor que cobra siempre por adelantado. No preverlo fue la típica chapucería (pan)radical.

Tiene gracia que Carrió amenace con no presentarse a la apertura de sesiones del Congreso porque no obtuvo el voto de Menem, quien tendría que estar en la cárcel.

Y además tiene gracia porque Carrió tampoco debería estar ahí, puesto que consultando las hemerotecas ella declaró que no iba a volver a presentarse a elecciones en el 2003, en el 2007...

O sea: los personajes centrales de esta escena ni siquiera tendrían que estar en el elenco.

Pura Clase Z.

R.H.